Leer más, para ser más felices
Abrir un libro puede ser una de las actividades más placenteras que podemos hacer en nuestro día a día. Nos transporta a otras realidades, a otra época, a otro mundo. Nos invita a viajar por el mundo, desde la comodidad de nuestro sofá, y a conocer a personajes entrañables que se pueden quedar por siempre en nuestra memoria y nos pueden revelar nuevas maneras de sentir y de pensar.
De acuerdo a los datos del Módulo de Lectura MOLEC, 2020, publicados ese mismo año por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) 52.9 millones de personas, que son mayores de 18 años, el 40.5%, es decir 21.42 millones, no tienen el hábito de la lectura.
Al respecto, el 43% de las mujeres, y el 31% de los hombres, respondieron que en 2021 leyeron solo un libro. Por si fuera poco, en los últimos años, nuestro país ha decrecido en esta área al menos 10 puntos porcentuales, lo que confirma que tristemente México pierde lectores cada año.
Pero, ¿por qué leer?
Abrir un libro puede ser una de las actividades más placenteras que podemos hacer en nuestro día a día. Nos transporta a otras realidades, a otra época, a otro mundo. Nos invita a viajar por el mundo, desde la comodidad de nuestro sofá, y a conocer a personajes entrañables que se pueden quedar por siempre en nuestra memoria y nos pueden revelar nuevas maneras de sentir y de pensar. Leer es también una manera, fácil y barata, para sobrevivir los embates que de tanto en tanto nos da la vida. Al entrar en un poema o en una historia podemos comprender nuestras emociones de una forma profunda y cambiar todas esas cosas que no nos gustan. Y aunque esto parezca magia, en realidad, la grandeza de un relato o de un verso está en que ambos dependen del poder de las palabras, como nosotros.
Beneficios de la lectura
Pero además de todo lo mencionado, los libros y las palabras traen grandes frutos a nuestro organismo. Leer nos da la sensación de desconectarnos con el mundo exterior; es una puerta que se abre para huir de aquello que nos aflige y darnos un respiro. Esta actividad también nos puede salvar del aburrimiento y del ocio que podemos tener en nuestro día a día, en particular en estas épocas de pandemia. Frente a las páginas de una novela el tiempo se pasará más rápido y tendremos la sensación de que hicimos algo de provecho. Por otro lado, los libros nos ayudarán a mejorar nuestra comprensión lectora y nuestra gramática y por si fuera poco mejorará nuestra memoria, concentración y pensamiento crítico. Entre más textos pasen por nuestro cerebro más opinión crítica, asertiva y contundente tendremos. En otras palabras, saldremos de la ignorancia y aportaremos conocimiento a los que nos rodean.
Al respecto, la brasileña Clarice Forkamp Caldin, menciona en su artículo titulado A leitura como função terapéutica que la literatura es terapéutica porque puede transmitir diferentes sentimientos como la risa, la felicidad, la catarsis, entre otras emociones que mejoran el bienestar mental de las personas.
Como cualquier otra actividad nueva que nos proponemos a realizar en nuestra vida, lo más recomendable es tratar de ponerse metas a corto plazo. Podemos empezar con establecer un horario en específico; con apartar 30 minutos diarios en un lugar que nos haga sentir cómodos. Si somos constantes, con el paso del tiempo esa media hora se convertirá en una hora y así sucesivamente.
Cinco novelas cortas para todos los nuevos lectores
- El principio del placer, de José Emilio Pacheco
- Aura, de Carlos Fuentes
- Las batallas en el desierto, de José Emilio Pacheco
- El coronel no tiene quién le escriba, de Gabriel García Márquez
- El padre Sergio, de León Tolstói
Los habitantes del mundo antiguo estaban convencidos de que no se puede pensar bien sin hablar bien.