José Maday es el hombre que reparte baguettes y sueños en su bici por Culiacán
Con su bici clásica y su negocio “Papá Bambino”, recorre las calles de Culiacán vendiendo baguettes y cuernitos hechos de manera artesanal.

A José Maday Bernache de la Mora lo puedes encontrar pedaleando su bici de hace más de 50 años por las calles de Culiacán.
“Tengo una bicicletita de hace 50 años, es clásica. La fui armando poco a poco, una pieza aquí, otra pieza allá. El cuadro lo compré en Culiacán y otras piezas las pedí de Guadalajara porque no las encontraba aquí”, cuenta con orgullo para Tus Buenas Noticias.
Una historia llena de esfuerzo y raíces familiares

Detrás de esa bici va una historia cargada de raíces, familia y mucho esfuerzo. Maday tiene 48 años y sus abuelos llegaron desde Francia a los Altos de Jalisco. Su vida lo trajo a Sinaloa, donde conoció a Sonia Patricia, su esposa, con quien comparte no solo la vida, sino también el negocio: Papá Bambino.
“Papá Bambino es como papá niño, porque yo fui papá desde muy chico. Mi hijo ahora tiene 28 años”, recuerda. El nombre se quedó y con él levantaron un negocio familiar de panadería artesanal.
En su casa, junto a Sonia, amasan el pan, preparan los ingredientes y crean baguettes, ensaladas y cuernitos con un toque que él llama franco-italiano.
“Hacemos baguettes de jamón con peperoni y queso Chihuahua, a veces de cochinita, metemos pollo o jamón de pavo. Todo buscando que sea más sano, más saludable. Y sí, elaboramos nosotros mismos el pan”, explica.
Un emprendimiento nacido de una "rodada"

El camino de Maday siempre ha estado ligado a la cultura y la curiosidad. De joven se inclinó por las artesanías, la poesía y hasta estudió paleontología en Guadalajara, aunque nunca ejerció. “A mí me apasiona la arqueología, la paleontología… pero terminé encontrando mi estilo de vida en el ciclismo y en vender baguettes”, confiesa.
Su inspiración nació justamente de una rodada. “En un evento de ciclismo vi a un ciclista comiendo baguette y me inspiré. Dije: voy a vender baguette. Y así empezamos”.
Hoy, Maday pedalea todos los días por Chapultepec, Tres Ríos, el Centro, Santa Fe, Quintas, La Aurora y de regreso. “Ando rodando por toda la ciudad, ya soy algo conocido… no mucho, pero ahí vamos”, dice con humildad.
La clientela lo busca para disfrutar de sus baguettes

El negocio no ha estado exento de retos, sobre todo tras la pandemia. “Sí se vende gracias a Dios, pero no como anteriormente. Aun así, se puede vivir vendiendo baguette”, asegura.
La clientela lo busca no solo en la calle, también en redes. Aunque confiesa no ser muy hábil con la tecnología, se las ingenia. “Estoy en Instagram como papabambino y en WhatsApp al 6674 353094. En TikTok estoy como hater malayan. Apenas estoy subiendo videítos”, cuenta entre risas.
Detrás de cada baguette hay una vida sencilla y apasionada, una mezcla de herencia francesa con sabor sinaloense. José Maday ha hecho de la bicicleta y el pan un estilo de vida que, más que negocio, sin duda, con esfuerzo y corazón, se puede salir adelante.
“Disfruto lo que hago, claro que sí. Es mi estilo de vida”, dice, mientras se prepara para seguir pedaleando la ciudad.