Elizabeth Carrera diversifica el sabor de la panadería Eben-Ezer en Villa Juárez
Elizabeth combina la tradición panadera de su familia con nuevas propuestas de sabor, mientras estudia para convertirse en educadora.

Con apenas 22 años, Elizabeth Carrera Cosme se ha convertido en el motor joven de la panadería Eben-Ezer estilo y sabor oaxaqueño, ubicada en la colonia Vicente Guerrero de Villa Juárez, Navolato.
Originaria de una familia migrante de Oaxaca, combina su oficio entre hornos y harina con su proyecto académico: cursa la licenciatura en Educación en la UPES, modalidad semiescolarizada, con la meta de convertirse en educadora.
Comenta para Tus Buenas Noticias que llegó a Villa Juárez con el apoyo de su tío Sergio Carrera, que también tenía su panadería +. Ahí le nació el gusto por el oficio.
Una herencia de Oaxaca con sabor sinaloense
Los padres de Elizabeth, Reinaldo Carrera Crisanto y Estela Cosme, llegaron desde Cosolapa, Oaxaca, en busca de mejores oportunidades. Con la experiencia en la elaboración de pan, decidieron abrir en Villa Juárez una panadería que poco a poco se ha ganado la preferencia de la gente.
La casa familiar es también el taller donde se amasa y hornea, además de ser el primer punto de venta. Los fines de semana, la familia traslada su producción a los tianguis locales en un triciclo cargado de pan, que se ha vuelto ya una estampa tradicional.
Variedad y creatividad en cada pieza
La panadería Eben-Ezer ofrece una amplia gama de productos:
- Pan dulce: conchas, manitas rellenas, polvorones, orejitas, pan de muerto, budín y roles glaseados, entre otros.
- Pan blanco: bolillos, teleras, baguette y piezas para hot dog y hamburguesa.
- Repostería: donas de azúcar, chocolate y rellenas de crema, pan de cacahuate, bollitos, conitos, empanadas de piloncillo, pan de elote y mantecadas.
Reinaldo Carrera Crisanto, papá de Elizabeth es el panadero principal de la familia
Elizabeth ha impulsado nuevas propuestas de sabor y diseño:
“Antes solo teníamos donas normales, ahora ya tenemos de chocolate y queremos meter de fresa, de oreo y más variedades. Igual los roles, que antes eran solo de canela, ahora son glaseados con nuez o pasas. Ahí vamos poco a poco”, comentó.
Entre el horno y los estudios
Aunque ha trabajado en diferentes oficios, Elizabeth ha decidido fortalecer el negocio familiar y al mismo tiempo continuar con su formación profesional. Con disciplina organiza sus días entre el amasado del pan y sus estudios en educación.
“Pretendo seguir trabajando en la panadería hasta terminar mi carrera, que dura cuatro años”, señaló.

La joven reconoce que las dificultades existen, sobre todo con el aumento en los insumos de la panificación, pero asegura que mantienen sus precios accesibles con la esperanza de que la llegada de jornaleros y familias trabajadoras del campo incremente la demanda en los próximos meses.
Dos años de sabor y confianza
En octubre, la panadería Eben-Ezer cumplirá dos años en Villa Juárez, consolidándose como un negocio familiar con identidad oaxaqueña y espíritu sinaloense.
“Nos ha aceptado muy bien la gente y estamos muy contentos. Esperamos que esta temporada de migrantes sea muy buena para nosotros y que les guste mucho nuestro pan”, expresó Elizabeth.

Con entusiasmo y compromiso, la joven emprendedora se ha convertido en uno de los brazos fuertes que amasan, moldean y dan vida a cada pieza, dejando en claro que su historia combina cultura del esfuerzo, vocación educativa y pasión por el emprendimiento. A sus 22 años es un ejemplo de lucha para conseguir sus metas.