Blanca Ofelia: de aprendiz a emprendedora en el giro de mariscos en Culiacán
Blanca Ofelia pasó de aprendiz en cocina ajena a abrir Mariscos Cuén, su propio negocio en Los Ángeles, donde comparte sabor, esfuerzo y orgullo familiar
En el fraccionamiento Los Ángeles, al nororiente de Culiacán, el aroma a mariscos frescos anuncia la llegada de un nuevo emprendimiento local. Se trata de Mariscos Cuén, el negocio que Blanca Ofelia Cuén Valles, de 50 años, abrió hace apenas dos meses.
El punto de venta se encuentra en la esquina del bulevar California y calle Santa Cristina, justo en el Parque Los Ángeles Santa Cristina.
Blanca es originaria de un rancho en Badiraguato, pero desde hace 32 años ha hecho su vida en la colonia Rosario Uzárraga. Ahí trabajó durante cuatro años en una marisquería familiar, experiencia que le permitió aprender el oficio y descubrir una pasión que no sabía que tenía.
De aprendiz a emprendedora
Hace tres meses, Blanca Ofelia decidió renunciar a ese empleo para apostar por su propio camino y abrir un punto de venta independiente.
“Decidí poner mi negocio porque quería buscar un ingreso propio. Tenía ahorros y mi esposo me apoyó. Empezar fue un reto, pero desde el primer día la gente me ha recibido muy bien”, relata con orgullo para Tus Buenas Noticias.
Amplia oferta en el menú de mariscos
En su menú ofrece aguachile, ceviche, cócteles, campechanas, cocos con camarón y cocolocos, todos preparados al momento. Abre de miércoles a lunes, de 11 de la mañana a 7 de la tarde, descansando los martes. Atiende personalmente a sus clientes, aunque los fines de semana su hija le echa una mano.
El negocio no solo representa su primer emprendimiento, sino también una fuente de ingresos que ayuda a sostener los estudios universitarios de sus dos hijos menores.
“Lo más satisfactorio es que lo que vendo, poco o mucho, es para mi familia. Nunca había trabajado, y ahora tener mi propio negocio me emociona”, afirma.
Blanca Ofelia y su mentalidad positiva
Lejos de desanimarse por los días complicados, Blanca mantiene una mentalidad positiva. “Nunca he pensado en cerrar, al contrario, quiero seguir creciendo y tener más clientes. Desde que abrí, la gente vuelve y me recomienda”.
Historias como la de Blanca Ofelia son un recordatorio del poder de la autogestión y la resiliencia. En tiempos en que emprender puede ser incierto, ella demuestra que la disciplina y el apoyo familiar son claves para construir un futuro más seguro.
