Sabores de Culiacán: La historia de Mayra y sus tacos de camarón por la carretera a Imala
A sus 56 años, Mayra abrió El Camaronazo, una taquería de mariscos en Culiacán donde cada taco cuenta una historia de esfuerzo, sazón y emprendimiento


A sus 56 años, Mayra Beatriz Arredondo Recio decidió dar un paso valiente: dejar atrás años de trabajo en cocinas escolares para abrir su primer negocio propio, una taquería de mariscos frente al nuevo Hospital General de Culiacán: El Camaronazo.
Con su food truck a orilla de la carretera a Imala, esta emprendedora originaria del fraccionamiento Los Ángeles está demostrando que nunca es tarde para empezar desde cero... con sabor y mucho empeño.

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Hoy, su menú incluye tacos de camarón, marlin, pescado y quesadillas con tortillas recién hechas, además de caldos y platillos que varían según el antojo de su clientela.
La pandemia la obligó a reinventarse
Durante más de seis años, Mayra cocinó para estudiantes y maestros en instituciones educativas como la Escuela de Medicina, Cobaes 25 y la Universidad Casa Blanca. Sin embargo, la pandemia la dejó sin empleo. Fue entonces cuando, desde casa, comenzó a vender boneless a domicilio. Esa experiencia, aunque modesta, le sembró la semilla del emprendimiento.
“Siempre soñé con tener un negocio propio. Y aunque fue difícil, poco a poco fui ahorrando. Mis hijos me ayudaron también. Hasta que lo logré”, cuenta con orgullo.
Una de sus experiencias más memorables fue cuando se hizo cargo de un restaurante mexicano en Edmonton, Canadá, llamado El Mariachi, por tres meses, durante la pandemia.
Y aunque describe esa etapa como una aventura bonita, también admite que la distancia con su familia fue difícil. Sin embargo, los ahorros que logró reunir allá le permitieron regresar y emprender con mayor estabilidad en lo que realmente ama: cocinar y estar cerca de los suyos.

Cada día es un nuevo comienzo para Mayra
La jornada inicia temprano. Mayra se levanta a las cinco de la mañana para que todo esté listo a las 7:30, hora en que comienza a despachar alimentos tanto en el sitio como a domicilio. El negocio opera de lunes a sábado, con planes de abrir también los domingos.
Pero no todo ha sido fácil. La incertidumbre por la regularización de los puestos ambulantes en la zona mantiene a Mayra y otros comerciantes con el alma en vilo. “Nos dicen que nos van a dar permiso, pero aún no es oficial. Este negocio es nuestra fuente de ingreso, ojalá que se regularice”, expresa.
Además de los tacos, Mayra sigue vendiendo ropa en el tianguis de la Lombardo Toledano, como lo ha hecho por 15 años cada fin de semana. La necesidad la ha hecho multifacética.
“El miedo no paga las cuentas”
Su mensaje para quienes enfrentan tiempos difíciles es claro y directo: “No hay que quedarnos en casa esperando. El miedo no paga las cuentas. Hay que animarse, salir y luchar.”
Con esfuerzo, sazón y convicción, Mayra Beatriz ha logrado convertir la adversidad en oportunidad, demostrando que emprender también es una forma de resistir... y de renacer.