De jornalero a nevero: la historia detrás de la nieve de garrafa más sabrosa de San Ignacio
En San Ignacio, ya es costumbre escuchar la bocina del nevero anunciando los sabores del día. Se trata de Don Esteban, quien con esfuerzo y pasión prepara su famosa nieve de garrafa artesanal.


San Ignacio, Sinaloa.- De trabajador de los campos agrícolas a vendedor de nieve artesanal de garrafa, para él la perseverancia es pieza clave para que un negocio prospere.
Don Esteban y su familia, son un claro ejemplo que el trabajo y la constancia, son una excelente combinación, juntos, han demostrado que con esfuerzo se puede salir adelante, porque para ellos, los sueños no tienen límite.
Así aprendió Esteban la elaboración de nieve de garrafa
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Desde la edad de 17 años, aprendió la elaboración de nieve artesanal de garrafa en el estado de Veracruz, después de esto se regresó a su tierra natal San Miguel, Tilquiapam, Oaxaca, de donde partió poco después con su actual esposa a trabajar a los campos agrícolas a la capital Sinaloense, luego de cinco meses que dura la cosecha, se trasladaron a la ciudad de Mazatlán, donde decidió iniciar con la venta de este producto.

El proceso de adaptación en el puerto no fue nada fácil, pues no conocían a nadie, pero fueron más sus ganas de salir adelante, que todas las adversidades, lo que lo llevó a vivir en ese lugar por 26 años, pero después de eso decidido a explorar otros lugares y por recomendaciones de algunos conocidos, llegaron a San Ignacio, donde igual con algunas dificultades, lograron adaptarse, permaneciendo por seis años.

Después se fueron a Cosalá por cinco años más. Relató que fue un día que decidido le dijo a su esposa Antonia, que se iba a San Ignacio, que si quería lo siguiera, si no que se quedara, a lo que no tuvo otra opción que seguirlo, esto hace siete años, añadiendo que como no tenía a donde llegar, le pidió a una comadre que le rentara un cuarto, en un mes, ya estaba rentando una vivienda frente al cuartel militar, ahí vivió hasta hace un par de meses; gracias a que supo ahorrar, pudo cumplir su sueño de adquirir una casa propia, pues emocionado dice estar enamorado de San Ignacio, y que es el lugar donde quiere estar hasta sus últimos días de vida.

Así mismo, dijo tener un cariño muy especial por la gente, porque gracias a su consumo es que ha logrado sobrevivir junto con su familia, pues aunque la economía actual del municipio no es la mejor, dice que para él, las ventas han continuado igual.
Proceso de elaboración de nieve de garrafa en San Ignacio
Señala que el proceso de elaboración de la nieve, es meramente artesanal, y que en el municipio de San Ignacio, él y otra persona más a quien enseñó el proceso, son los que se dedican a la venta de este exquisito producto.
Mencionó que su rutina inicia a las 06:00 de la mañana, para lo cual utiliza una cubeta de 20 litros a la cual vierte 25 latas de leche evaporada y siete litros de agua, después vierte a la garrafa cierta cantidad, la tapa, y la rodea de hielo picado al que coloca sal, cuando ya está media cuajada, le vierte el ingrediente del sabor que vaya a ser previamente endulzada, ya sea la fresa licuada, queso crema, coco, ciruela, o jugo de limón verde el cual diluye en agua, aunque en ocasiones le varía a los sabores.

Posteriormente, comienza a agitarla con una pala de madera, por espacio de dos horas, hasta que quede con la consistencia deseada, en total son seis sabores diariamente de seis kilos de nieve cada uno, esta la prepara un día antes de salir a la venta, por el proceso tan tardado.
Don Esteban, diariamente recorre las calles del Pueblo Mágico de San Ignacio, a bordo de su triciclo, el cual por comodidad fue adaptado con una motocicleta, pero cuando la venta es baja, acude a otros poblados, cómo La Labor, Cabazán, El Carmen, y El Lodazal, aunque señaló que anteriormente también iba a Vado Hondo, San Juan, Los Humayes y Tacuitapa, pero por temas de seguridad ha dejado de hacerlo.
Sabores más pedidos de la nieve de garrafa
Indicó que los sabores más solicitados son de fresa, vainilla y limón, pero no se limita a los mismos, sino que también hace de choco-chips, queso, ciruela, coco, guanabana, nuez, chocolate, galleta de Oreo, y de pitaya cuando es temporada, cuál en ese tiempo se vuelve de las más pedidas sobre todo por el turismo.
Estas las vende a petición de cliente, en vaso, cono normal y cono dorado, este último el preferido de sus clientes, y el precio puede variar entre 15 y 35 pesos.

Para los sanignacenses ya se ha convertido en costumbre el escuchar la bocina del nevero invitando a consumir y mencionando los sabores disponibles, para él, dijo es un deleite que a su paso sean los niños y niñas, los que salen a comprar, además que cuenta con un local, donde vende aparte de nieve, paletas, helados y otros productos, similares.
También aprovecha los eventos masivos para la venta y en temporada de clases, se estaciona fuera de una escuela primaria y un preescolar, donde, dice, le va muy bien, pues no solo los menores la consumen, sino también los padres de familia.

Además, expresó que algo que le ha ayudado a tener tantos clientes, es que no tiene competencia, y a que su producto es consumido todo el año, e incluso señaló que ha habido personas que le han pedido trabajo en la elaboración, pero dijo ser un poco desconfiado, pues teme que le vayan a robar su receta que tanto trabajo le costó perfeccionar.
Es así como don Esteban, nos demuestra que cuando se quiere, se puede, y que para poder obtener lo que anhelas, es necesario trabajar duro, ser constante y perseverante, solo así podrás hacer realidad tus sueños.