Del río Piaxtla a la plazuela de San Ignacio, la historia de trabajo de Don José Calderón
A sus 75 años, Don José Calderón Gallardo sigue dando lecciones de vida. Lejos de resignarse al encierro o a la inactividad, este adulto mayor de San Ignacio encontró en la venta de cacahuates no solo una fuente de ingresos, sino un motivo diario para sonreír, sentirse útil.


San Ignacio.- Don José Calderón Gallardo es un adulto mayor, que nos enseña como sentirse útil, al realizar actividades fuera de su casa, pues indica que esto puede beneficiarlos de varias maneras.
Aunque por muchos años fue un hombre muy activo, es consciente que el cuerpo se cansa y te cobra factura, aun así él, como otros adultos, buscan en actividades livianas, distraer un poco su mente, algo que le ha ayudado a mantener su salud y bienestar.
Actualmente, cuenta con 75 años de edad, con algunos achaques propios de la edad, pero con una mente lúcida, y con la fortaleza de sentirse útil a pesar de su edad.
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Curtidor, velador y vendedor: la inspiradora vida laboral de un adulto mayor sinaloense
Durante su vida se dedicó a varios oficios, indica que trabajó en la batanga, la cual era utilizada para cruzar el río Piaxtla cuando aún no existía el puente, “cruzabamos de todo tanto de día como de noche, desde vehículos y personas, hasta mercancía de todo tipo, era algo emocionante y satisfactorio, ver como todo eso llegaba al otro extremo sabiendo que la comunidad se iba a beneficiar, pues no había otra forma de cruzar” expresó.

Posteriormente, el trabajo se terminó, al quedar concluido el puente en el año de 1977, comenzó a trabajar en la curtidora de cuero que era vendido a los talabarteros y a los que se dedicaban a hacer sillas y mecedoras, misma que aún sigue funcionando, pero que ya no como antes, debido a la competencia y a que muchos utilizan la baqueta sintética, pero que no dura mucho, pues al año ya está deteriorada, indicando que no hay como la que ellos curtían con cáscaras de árbol de mauto, incluso esa pila que ellos utilizaban se la llevó el río con una creciente, y construyeron unas más arriba del mismo terreno, ahí trabajó por 40 años.

Al ver que el trabajo iba disminuyendo en la curtidora, se trasladó a la ciudad de Mazatlán, en donde trabajó de velador en un fraccionamiento hasta hace poco más de seis años.
Después de eso, y a que su salud mermó un poco, ya no pudo trabajar, y aburrido del encierro, decidió salir a trabajar a la calle, no solo para ganar dinero, sino para sentirse útil y distraerse.
La venta de cacahuates en San Ignacio
Fue así que hace un año, se instaló en la plazuela principal con su venta de cacahuates, ahí sentado en una banca y con una mesa, pasa las horas sin sentirlo, pues no falta que conocido, se acerque a platicar a recordar viejos tiempos, y a hablar de la vida actual, que dista mucho de lo que vivió en su juventud añadió, además que se distrae viendo pasar a las personas, a los vehículos y atendiendo a sus clientes.

Además de debido a que en San Ignacio no es fácil conseguir el cacahuate, este se lo envían de Mocorito, el cual tuesta en un horno que el mismo diseñó, que es un tambo de fierro, que instalado sobre una estructura, da vueltas con un motor sobre un quemador conectado a un tanque de gas.

Con una sonrisa señala que estar activo es lo mejor, pues estar en su casa viendo televisión es aburrido, además que el cuerpo necesita estar en movimiento para no tullirse, y para que no digan las personas que son unos inservibles, indicó.

Por último, dijo invitar a todas aquellas personas adultas que se encuentren en condición de poder moverse sin ayuda, a que salgan a la calle, que busquen alguna distracción para mantener su mente ocupada, los cual es muy bueno para la salud mental y física, puntualizó.
Ubicación: Don José Calderón Gallardo tiene la venta de cacahuates en la plazuela principal de San Ignacio, ubicada frente al Ayuntamiento.