¿Por qué el pez pajarito sólo se consume en Mazatlán? Inicia la temporada de pesca y fiesta culinaria
La pesca fugaz de pez pajarito en Mazatlán es un festín local y una joya culinaria que envuelve a toda la ciudad

A finales de abril y durante el mes de mayo, Mazatlán se llena de luces y expectativas con el arribo del pez pajarito (Hyporhamphus spp), una especie migratoria que transforma la dinámica económica, culinaria y cultural de esta ciudad costera.
Conocido también como agujeta blanca, escribano, balajú o pajarito blanco del Atlántico, este pequeño pez de no más de 20 centímetros desata una de las pesquerías más singulares del Pacífico mexicano.
Migración y pesca en la bahía
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Cada año, si las condiciones marinas lo permiten, cardúmenes masivos de pez pajarito llegan a las aguas tranquilas de la bahía mazatleca, especialmente frente a las Tres Islas. Para finales de abril los pescadores ya han terminado de preparar sus artes de pesca, esperando la sorpresiva arribazón de peces.
El fenómeno ocurre por razones reproductivas: los peces se agrupan en superficie durante el cortejo y desove, dejando millones de huevecillos sobre lechos rocosos o arenosos, condiciones ideales para garantizar su reproducción.
Este momento es aprovechado por decenas de pescadores locales, quienes, al amparo del atardecer y la noche, colocan lámparas en sus embarcaciones para atraer a los peces con luz dirigida al agua.
La pesca se realiza con atarrayas y cucharones de malla, en una técnica artesanal que combina conocimiento tradicional con oportunidad biológica. La captura puede oscilar entre 200 kilos y dos toneladas por embarcación en una sola noche, dependiendo de la abundancia.
¿Por qué sólo se consume en Mazatlán?
A pesar de que el Hyporhamphus unifasciatus también habita en otras zonas del Golfo de California y el Pacífico, su consumo es casi exclusivo de Mazatlán. Este fenómeno se debe a una fuerte tradición gastronómica y al arraigo del platillo entre todos los sectores sociales.
Restaurantes y cocineros adquieren grandes cantidades para conservarlo congelado todo el año, mientras que en las playas se realiza la venta directa al consumidor, junto con servicios de limpieza y eviscerado.
Su escasa carne blanca y sabor suave lo hacen un manjar codiciado, ya sea frito, empanizado o en guisos típicos. Su preparación se considera una expresión de la identidad culinaria mazatleca.
Características biológicas del pez pajarito
Desde el punto de vista morfológico, este pez presenta un cuerpo alargado, con una mandíbula inferior que sobresale en forma de pico —característica que le da su nombre común (pajarito)—, y una mandíbula superior triangular.
El Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales lo describe con precisión: tres líneas negras desde la cabeza hasta la aleta dorsal, franja plateada lateral, punta del pico roja y aletas con bordes oscuros. Estas características lo hacen inconfundible, tanto en el agua como en la mesa.
Un recurso pesquero sin regulación
Pese a su relevancia social y económica, la pesca del pez pajarito carece de regulación oficial. No está incluida en la Carta Nacional Pesquera ni cuenta con permisos específicos, lo que representa una seria preocupación para científicos y organizaciones civiles como Son Playas.
El fenómeno de su llegada es incierto, como se comprobó entre 2012 y 2018 cuando no se presentaron arribazones, probablemente por cambios en corrientes marinas o temperatura del agua.
Expertos locales urgen a implementar un plan de manejo sustentable, que incluya vedas temporales, monitoreo científico y permisos controlados, a fin de evitar una sobreexplotación que comprometa su permanencia.
Un espectáculo único en el mundo
Más allá de su valor alimentario y económico, la pesca del pez pajarito es un espectáculo nocturno sin igual. Las luces sobre el mar, el vaivén de las redes y el entusiasmo de los pescadores transforman la bahía mazatleca en un escenario de tradición, ciencia y subsistencia.
Mazatlán no sólo acciona la pesca de este pez: lo celebra, lo consume y lo defiende. Pero para garantizar su futuro, es indispensable que la ciencia y la política pública actúen con la misma agilidad que exige esta pesca fugaz.
El pez pajarito es una identidad del Mar de Cortés. Es también un agasajo culinario de Mazatlán.