SI TÚ CAES, TU EMPRESA TAMBIÉN
Invierte en tu salud mental al mismo tiempo que inviertes en tu proyecto.


Porque si tú caes, tu empresa también.
Emprender es aterrizar una idea, conseguir el dinero, lanzar un producto, experimentar, cobrar, re-invertir, arriesgar, aguantar la incertidumbre, la presión, los rechazos, los meses sin resultados y los días donde nadie cree en ti, ni tú mismo.
Y si a eso le sumas la soledad del camino, se vuelve una carga que no cualquiera soporta.
Lo más injusto es que vivimos en un país que castiga el fracaso en todas sus formas: legal, fiscal, reputacional, familiar, social y ni se diga la emocional.
Por eso muchos terminan agotados, frustrados o vacíos, incluso cuando el negocio empieza a ir bien.
Tu salud mental es el activo más importante de tu empresa.
Cuídala con la misma disciplina con la que revisas tus números.
Invierte en tí para que te agarre fuerte, tanto como de bajada como de subida.
Porque si tú no estás bien, nada funciona bien.