No emprendas para tus amigos
Es muy fácil caer en la necesidad de aprobación de los demás. Es casi parte de nuestra cultura.


Y si no somos conscientes, nuestros proyectos seguirán dirigidos para darles gusto a nuestros amigos.
Porque nuestros amigos no representan nuestro mercado objetivo. Nuestros proyectos no deben depender de si a nuestros amigos les gusta o no.
Qué fregón si les llegara a gustar, pero no es una métrica confiable.
¡Recibe las últimas noticias!
Por ejemplo: Mi podcast está dirigido para la gente que no me conoce. Imagínate si me dedicara a tener los invitados que mis amigos me digan y hacer preguntas para complacerlos. Fuera yo muy infeliz, con todo respeto.
Si de paso, a mi amigos les gusta mi proyecto, ¡qué fregón! Pero no lo hago para ellos ni pensando en ellos. Confieso que mis proyectos anteriores sí, pero ya maduré y ya no.
El potencial de nuestros proyectos está más allá de nuestro círculo cercano.
Piensa y diseña tus proyectos para la gente que no conoces. Ahí está el dinero.