Rábago’s Coffee & Garden: un sueño familiar que floreció en pandemia
Rábago’s Coffee & Garden, cafetería vintage en Portabelo Culiacán, combina café artesanal, baguettes y calidez familiar en cada visita; es un ejemplo de resiliencia


En medio de la incertidumbre que dejó la pandemia de COVID-19, cuando en 2020 las calles se vaciaron y muchos negocios cerraron sus puertas, una familia en Culiacán decidió hacer justo lo contrario: abrir las suyas.
Así nació Rábago’s Coffee & Garden, una cafetería con alma vintage y corazón familiar que hoy, cinco años después, sigue ofreciendo mucho más que café: un espacio de calidez, creatividad y perseverancia, un emprendimiento de Juan Manuel Rábago y su familia.

De la casa al café: cómo todo comenzó
Juan Manuel recuerda para Tus Buenas Noticias el punto de partida: “Estábamos en pandemia, no había muchas facilidades para rentar un local céntrico, así que adaptamos la casa. Era la única forma de hacer algo en ese momento”.
En 2020, cuando el aislamiento parecía frenar todos los proyectos, Rábago decidió transformar el patio de su casa en un pequeño punto de venta. Primero fue un negocio de “ordene y recoja”; los clientes tocaban la puerta y él les entregaba el café directamente desde su hogar.
“No era lo ideal, pero era lo que teníamos. Y poco a poco, empezamos a levantar”, recuerda.
Una pasión que se convirtió en oficio
Contador público de profesión, pero amante del café por vocación, Juan Manuel no improvisó del todo. Su pasión lo llevó -previo a la pandemia- a recorrer cafeterías de la ciudad, observando, probando, aprendiendo. “Iba a muchas cafeterías en Culiacán, y un día dije: ‘Yo puedo hacer esto, y hacerlo bien’”, relata.
Esa curiosidad lo condujo a capacitarse como barista, a tomar cursos en línea cuando los presenciales eran imposibles. “Siempre encontré la forma de seguir aprendiendo”, explica. Hoy continúa en constante formación, afinando cada detalle de las bebidas que prepara con precisión y gusto artesanal.
El café como arte y como punto de encuentro
Con el tiempo, el improvisado mostrador doméstico se transformó en una cafetería con personalidad propia. Juan Manuel abrió una puerta nueva, instaló mesas, sillas, plantas y lámparas recicladas, muchas hechas por él mismo.
“Todo esto —dice señalando la barra de madera y las repisas— lo hicimos nosotros. Teníamos tiempo en pandemia y queríamos que el lugar reflejara lo que somos”.
Así nació el estilo vintage que distingue a Rábago’s Coffee & Garden: muebles rústicos, plantas colgantes, detalles hechos a mano y un ambiente relajado que invita a quedarse.
En palabras de su creador, “la gente se empezó a sentir cómoda; llegaban, pedían su café y ya no se iban tan rápido. Ahí entendí que el lugar debía ser más que un punto de venta: debía ser una experiencia”.
Hoy el local cuenta con una acogedora área refrigerada y una terraza verde, ideales para disfrutar una tarde tranquila al norteoriente de Culiacán.
Su dirección exacta es:
- Avenida Portabelo #2339, esquina con San Gerónimo.
- Frente al parque del Fraccionamiento Portabelo, al nororiente de Culiacán.
- Abre sus puertas de lunes a sábado, de 5 a 9 de la noche.

El menú: sencillez y sabor con sello propio
El menú combina lo clásico con toques personales. “Tenemos bebidas calientes y frías, frappés, lattes, y nuestras especialidades: el caramelo a las rocas y el frappé de caramelo”, describe Juan Manuel.
“Son las favoritas de nuestros clientes. Muchos me dicen que saben mejor que en otros lugares, y eso es lo que más satisfacción me da”.
Para acompañar las bebidas, el menú ofrece baguettes, ensaladas, crepas, croissants, galletas y postres caseros, todos preparados al momento con ingredientes frescos. “Aquí compramos todo cada día. Las ensaladas, por ejemplo, se preparan con productos del día, porque lo fresco se nota en el sabor”, explica.
Además, el local ofrece café tostado, en presentaciones de un cuarto, con granos provenientes de Veracruz.
“Algunos clientes se llevan su bolsita para preparar en casa. Les gusta saber que es café recién tostado y local”, comenta.
Un negocio pequeño con alma grande
Más allá del menú, Rábago’s Coffee & Garden es una historia de familia y resiliencia. Juan Manuel trabaja junto a sus dos hijos, quienes lo apoyan durante la jornada vespertina.
La cafetería ha crecido de manera orgánica, gracias al boca a boca y al cariño de la comunidad. Su clientela proviene no solo del Fraccionamiento Portabelo, sino también de zonas cercanas como Portabelo Premium, Floresta, Los Ángeles, Benevento y Maralago.
“Algunos llegan a las cinco y se quedan hasta las nueve. Eso dice mucho del ambiente que hemos logrado”, afirma.
El reto de sostener un sueño en tiempos difíciles
Culiacán, como muchas ciudades mexicanas, enfrenta retos de seguridad que afectan el ánimo y la economía local. Aun así, Juan Manuel mantiene el optimismo.
“No podemos dejar que el miedo apague lo que hemos construido. Este negocio nos ha dado esperanza, y eso vale mucho”.
Su constancia es prueba de que los proyectos nacidos del esfuerzo familiar pueden florecer incluso en circunstancias adversas.
“Hay días pesados, claro, pero cuando un cliente me dice que le gusta el café, que se siente a gusto aquí, eso paga todo el esfuerzo”, comenta.
El futuro: crecer sin perder la esencia
Con cinco años de trabajo constante, Rábago’s Coffee & Garden se ha convertido en un referente local del café artesanal y de la atención personalizada. Juan Manuel y su familia planean seguir mejorando el espacio, sumar nuevos sabores y, con el tiempo, abrir un segundo local.
“Queremos crecer, pero sin perder lo que nos hace diferentes: la cercanía con la gente”, dice con firmeza.
En una ciudad donde las prisas y la rutina parecen gobernar, este pequeño rincón vintage ofrece una pausa amable, un respiro con aroma a café recién molido. Y sobre todo, un ejemplo de que los sueños familiares pueden sostenerse —y florecer— incluso en los tiempos más inciertos.

























