“Un Gustito”, el emprendimiento casero que está conquistando Culiacán postre a postre
Desde su hogar en Alturas del Sur, Dámaris Méndez ha convertido su amor por la repostería en un emprendimiento que ha ganado clientes gracias a sus sabores.

Cuando el reloj marca las cuatro de la tarde, para muchos es hora de descanso. Pero para Dámaris Méndez Caudillo, el día apenas comienza.
Sale de su trabajo, llega a casa, prende el horno y da vida a su emprendimiento "Un Gustito", donde el aroma a flan, pastel de las tres leches y bollitos se mezcla con el esfuerzo de una mujer que no conoce la palabra "rendirse".
"Sí ha sido difícil, no te voy a decir que no, pero si tú te enfocas, todo se puede en esta vida", dice para Tus Buenas Noticias con una sonrisa que refleja cansancio y satisfacción al mismo tiempo.
Una mujer empoderada

Dámaris es madre de dos hijos, empleada de tiempo completo, estudiante de Mercadotecnia y repostera.
En su cocina, entre charolas, batidoras y libros de estudio, ha encontrado el equilibrio que muchos creen imposible.
"Trabajo de 8:00 a 4:00, llego a hornear, entrego pedidos, comparto tiempo con los niños y en la noche me pongo a estudiar. Me organizo con mis tiempos, aunque a veces duermo muy poquito", cuenta entre risas.
Su marca "Un Gustito" nació de manera sencilla, vendiendo bollitos caseros afuera de las escuelas de sus hijos, pero con el paso del tiempo se ha convertido en un pequeño negocio con identidad propia.
Su especialidad

Hoy, sus clientes pueden pedir a través de redes sociales o plataformas de entrega a domicilio.
"Empecé con los bollitos, pero mi especialidad ahora es el pastel de tres leches y el flan. Acabo de sacar un postre nuevo que se llama Un Gustito de Oro, hecho con una costra de galleta, flan y fruta. "Está delicioso", comenta orgullosa.
Además de innovar con nuevos sabores, Dámaris ha aprendido a aplicar en su emprendimiento los conocimientos adquiridos en la carrera de Mercadotecnia.
"Antes veía mi negocio solo como una fuente de ingreso, pero ahora lo veo como un proyecto a futuro. Me gustaría tener varias sucursales y que Un Gustito llegue a mucha gente, que prueben mis postres caseros", comparte con ilusión.
Su hija de siete años, ha sido su compañera inseparable desde los inicios. "Cuando estaba más chiquita, mi niña me ayudaba a vender bollitos. Hasta propina le daban por trabajadora", recuerda con ternura.
Y su hijo, de doce años, también se siente inspirado: "Está muy centrado y quiere ser dentista. Me da mucho orgullo verlos crecer con esa mentalidad positiva", añade.
Su visión positiva la ayuda a crecer

Dámaris ha enfrentado días complicados, sobre todo cuando los horarios se le juntan o los pedidos superan sus fuerzas, pero aun así no se detiene.
"A veces el camino se pone difícil, pero siempre trato de ver las cosas del lado positivo. Mis hijos me ven y saben que todo se puede si se hace con ganas", afirma convencida.
Ahora, ha decidido apostar más fuerte por su propio negocio. "Por la situación económica actual he decidido que debo meterle turbo a Un Gustito, porque ahí sí tengo futuro", comenta determinada.
Hoy, Dámaris sigue expandiendo su clientela desde Alturas del Sur, atendiendo pedidos por Instagram (@Cupcakese_delishus) y Facebook (Cupcakes Delishus), o por WhatsApp al 6671857954.
Incluso ha iniciado dinámicas en redes: "Si me compran mi pastel estrella, el tres leches, les regalo una rebanada de flan. Pero tienen que seguirme y etiquetarme. Estoy aprendiendo a hacer marketing", dice riendo.
Su historia es la de muchas mujeres que día a día se levantan para cumplir múltiples roles, sin perder su esencia ni sus sueños. Pero lo que distingue a Dámaris es su entusiasmo y la dulzura con la que enfrenta la vida.
"Me encanta ser el sustento de mi familia, que mis hijos vean que siempre estoy buscando salir adelante, mejorar y ser mejor persona", asegura.
En cada pastel, Dámaris hornea más que postres: hornea esperanza, esfuerzo y amor. Porque, todo se puede en esta vida, solo hay que organizarse y no rendirse.


































