Aitana Valentina es la niña de Alturas del Sur en Culiacán que sueña con brillar en el Club América
Aitana Valentina, el ejemplo de que los sueños no tienen límites en el fútbol desde Alturas del Sur
En Alturas del Sur, los sueños también se juegan en la cancha. Entre risas, uniformes azules y balones rodando, aparece Aitana Valentina Cruz Heredia, una pequeña de siete años que ya tiene muy claro lo que quiere: ser futbolista profesional.
"Desde los cinco años empecé, aunque cuando entré tenía cuatro", cuenta con una sonrisa tímida para Tus Buenas Noticias.
Una vida dedicada el deporte
Desde entonces, su vida ha girado entre los entrenamientos, la primaria y los partidos con las Águilas del América Culiacán.
Aitana vive en Alturas del Sur junto a sus papás, Claudia y Aldo, y su hermano mayor, Aldo Daniel, de doce años. "En mi casa a mi papá le gusta mucho el fútbol, él me decía: métete a jugar, y yo le dije que sí", recuerda con naturalidad.
Una niña estudiosa y aplicada
Estudia en la Primaria Alturas del Sur, turno matutino, con la maestra Mirlet, a quien describe como "buena, no regañona". Y aunque el estudio es importante, el fútbol siempre tiene su espacio. "A veces vengo a entrenar porque ya cambiaron el horario. Tengo más chance de hacer la tarea y también de jugar", explica.
Aitana entrena todos los días en la cancha del Club América Culiacán. Mientras su hermano Aldo Daniel practica, ella aprovecha para divertirse en los juegos del parque, pero al llegar su turno se transforma: se pone los tachones, la camiseta azul y sale a correr detrás del balón.
Cuando se le pregunta qué quiere ser de grande, responde sin dudar: "Futbolista". Y si de elegir se trata, lo tiene claro: quiere portar el mismo escudo que ya lleva en el corazón. "En el América", dice firme.
Inspira a otros niños
Con apenas siete años, Aitana ya inspira a otros niños de su colonia. Su disciplina, su alegría y su amor por el fútbol muestran que los sueños se construyen desde pequeños. Porque como dicen sus entrenadores, en cada partido deja claro que no solo juega, sino que vive el fútbol.
En Alturas del Sur, su nombre ya empieza a sonar. Y aunque es pequeña, su ilusión es grande: convertirse en la próxima figura del América.
Porque los sueños no tienen edad, y el balón siempre rueda hacia donde apunta el corazón.
