Eva Luz, de los tianguis a “Noris Toys” en el sector Urías de Mazatlán
La historia de una madre que dejó todo para sacar adelante a su familia y encontró la felicidad en el emprendimiento
Eva Luz Noris Vázquez es una mujer emprendedora que ha encontrado en el comercio, especialmente en la venta de juguetes y artículos para niños, una forma de vida y un motivo para continuar esforzándose cada día.
Antes de iniciar su vida de comerciante Eva Luz ya trabajaba en ventas, su facilidad de palabra y el gusto por relacionarse con las demás personas le abrieron puertas en diferentes empresas en donde trabajó antes de descubrir la posibilidad de emprender.
“A mí siempre me han gustado las ventas, yo estuve trabajando en Diconsa, trabajaba en una empresa, luego trabajé en una escuela de computación en el área de ventas también”, recuerda
Un viaje de superación
Sin embargo, la necesidad de mantener a sus dos pequeñas hijas obligó a Eva a cambiar drásticamente el rumbo de su vida y dejar Mazatlán, a sus papás e incluso a sus dos niñas en un principio.
“Después me fui a Estados Unidos a buscar una oportunidad porque las deudas se fueron hasta el tope, allá trabajé de cajera y de mesera, vivía en San Marcos California”, señala.
El trabajo arduo, lejos de su país y de su gente, le dio la oportunidad a Eva, después de unos años, de llevarse a sus niñas, quienes prácticamente crecieron en la Unión Americana. Pero ella tuvo siempre claro el objetivo de regresar con los suyos a Mazatlán.
“Gracias a Dios pagué mi casita y me hice un ahorro con lo que trabajé en Estados Unidos, así que regresé a Mazatlán, de ese ahorro pude invertir y me fui a vender mercancía a los tianguis”, explica.
El motivo principal para regresar, después de 9 años de estar en California, fue el cuidar a sus padres que estaban con problemas de salud en ese entonces.
“Por qué lo hice, porque mi mamá y mi papá estaban enfermos entonces dije ya no voy a poder trabajar porque no les voy a poder dedicar tiempo para llevarlos al doctor, mejor al tianguis para tener la oportunidad”, y así lo hizo.
Eva compró mercancía y empezó a asistir a los diferentes tianguis de Mazatlán, organizaba su tiempo y sus horarios para ir a la colonia Juárez, a la Flores Magón y a Urías, donde finalmente decidió poner un negocio después de 9 años de recorrer cada semana los mercados sobre ruedas. 
“Tengo 14 años trabajando en Urías (…) yo empecé en el tianguis enfrente de la escuela Ricardo Flores Magón, lunes, miércoles y viernes yo me venía a trabajar ahí ponía mi carpita desde las 4:00 de la mañana, durante 9 años”, dice con nostalgia.
Eva recuerda que buscaba la manera de acomodar toda la mercancía en el espacio de 2x2 metros que le correspondían en el tianguis, sobre todo lo que pedían los niños, libros de colorear, cartitas de súper héroes, juguetes y bromas que le dieron fama entre los clientes.
“Con lo que empecé más fuerte eran las bromas como chicles, los que dan toques, así me buscaban en el tianguis como la señora de las bromas y ya después empezaron a ubicar toda la mercancía que tenía”, agrega orgullosa.
Noris Toys: un sueño hecho realidad
Al tiempo, Eva decidió dar un paso más y rentar un local para dejar el tianguis en el que trabajaba tres días a la semana. Ahí nació su negocio “Noris Toys”, en la esquina de las calles Segunda Escolar y Ladrillera de la colonia Urías.
“Salió la oportunidad de este local cuando desocuparon el negocio que era un taller de lavadoras y refrigeradores, aproveché porque ya estaba cansada de trabajar en los tianguis, yo trabajaba en el tianguis de la Juárez, el de la Flores Magón y aquí en Urías los tres días de la semana, vi el localito y dije me voy a establecer y voy a descansar”, señala.
Recuerda que la idea le entusiasmo porque en Urías desde un principio ella se sintió como en casa, sus clientes la veían con gusto y la procuraban.
En su negocio Eva Luz tuvo la oportunidad de crecer como emprendedora, lejos del lugar de 2 metros cuadrados que le asignaban en el tianguis, pudo comprar más mercancía y ofrecer a sus clientes una mejor atención. 
“Aquí todo está bien acomodado y tratamos de tener de todo principalmente para los niños. Me encanta el trato con los niños, que se sientan a gusto y las mamás vienen platican, cotorreamos y se sienten en confianza”, dice alegre.
Noris Toys es como un hijo, asegura Eva, pues le dedica de lunes a domingo el tiempo necesario para que se mantenga en pie y le siga dando el sustento para ella y su familia.
De lunes a viernes el local está abierto de 6:00 am a 6:00 pm, los sábados de 9:00 am a 6:00 pm y los domingos de 9:00 am a 4:00 pm.
“Todos los días estamos aquí, yo de vez en cuando me doy mi descansito el domingos pero el negocio está abierto porque bendito Dios tengo a personas que me apoyan ellas ya también se hicieron parte de mi equipo me ayudan mucho y ya las considero parte de mi familia”, asegura.
En Noris Toys hay un sinfín de juguetes de todos los tamaños y para todos los gustos, además de ropa, calzado, mochilas y algunos artículos para los papás y mamás de los niños que son los principales clientes.
“Aquí si meto el juguete grande, porque tengo más espacio, ya tengo un poquito de cosméticos, joyería, bolsas, mochilas de caballero, bolsas de regalo y algo de ropa, sombreros, peluches”, comenta.
Resiliencia ante la adversidad
El negocio ha sido para Eva un motivo para mantenerse en Mazatlán, pues sus hijas ya están casadas y viven lejos con ellas tiene nietos y nietas.
A pesar de algunos momentos complicados en los que la economía no ha estado del todo bien para los emprendedores en general, Eva asegura que Noris Toys ha salido avante gracias a la dedicación y el amor que le ha puesto con apoyo de sus colaboradoras.
“Cuando fue la pandemia la pensaba (para cerrar) pero bendito Dios había tiendas cerradas y los niños no podían ir, entonces ves se venían para acá. La verdad se mantuvo abierto, pero yo tenía todos los protocolos, tenía gel y mascarillas, teníamos toda la higiene que correspondía y venían con tranquilidad porque no había mucha gente”, recuerda.
Eva Luz comenta que en las pasadas vacaciones de verano también la pensaron en cerrar porque las ventas bajaron considerablemente, pero la clientela poco a poco sigue llegando y eso los ha mantenido a flote.
“Aunque sea un pañuelo o un juguete siempre los niños tienen la necesidad de algo, un regalito o algo así, eso me hace mantenerme aquí. Sí hemos batallado, pero igual hablamos con las muchachas que trabajan aquí y se turnaban me apoyaron y yo las apoyo, todas ganamos, aunque sea una contribución pequeña, pero tienen para llevar a su casa” dice segura.
Con 60 años y muchas ganas de continuar activa, Eva Luz se debate entre dejar su negocio en Urías para acercarse a donde viven sus hijas y nietos, o continuar con “Noris Toys” que le inyecta emoción y propósito a su vida en comunidad.
“El plan principal era dejar el local para descansar y vivir de la pensión, pero el negocio es una inyección diaria, un propósito y una ilusión, entonces siempre digo en unos meses…”, señala con ilusión.
La historia de Eva Luz Noris Vázquez es un testimonio de resiliencia y determinación. Su viaje desde el tianguis hasta establecer "Noris Toys" no solo refleja su espíritu emprendedor, sino también su compromiso con su comunidad y su familia.
A pesar de los desafíos económicos y personales, Eva ha logrado construir un refugio de alegría para los niños y sus familias en el sector Urías de Mazatlán. 
Hoy, su negocio no es solo un lugar de venta, sino un espacio donde se forjan lazos y se crea un ambiente de confianza y cercanía.
Eva Luz nos enseña que el camino del emprendimiento honesto está lleno de retos, pero también de recompensas que van más allá de lo económico, dejando una huella positiva en la comunidad.
