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Santana León: 78 años de trabajo y esperanza desde la Lombardo Toledano, en Culiacán

A sus 78 años, Santana León sigue trabajando con su bicicleta en Culiacán; es ejemplo de perseverancia en la Lombardo Toledano

5 octubre, 2025
Para Santana León, esta modesta actividad no solo es una fuente de ingresos, también es una manera de mantenerse activo y lúcido. | Imágenes de Francisco Castro
Para Santana León, esta modesta actividad no solo es una fuente de ingresos, también es una manera de mantenerse activo y lúcido. | Imágenes de Francisco Castro

A sus 78 años, don Santana León Diarte es parte del paisaje urbano de la colonia Lombardo Toledano.

Con su triciclo cargado de cubetas y garrafones, se instala cada mañana, de lunes a sábado, en la esquina de Álvaro Obregón y Profesora Josefina Chang, donde se sienta frente a un amplio y llamativo mural que para los transeúntes es un grito de exigencia de paz para Culiacán.

Don Santana León sabe que hoy los tiempos son complicados, pues hace años podía vender varias cubetas y garrafones en una jornada. Hoy pasa hasta una semana sin vender una sola, y a pesar de ello su esperanza no decae.
Don Santana León sabe que hoy los tiempos son complicados, pues hace años podía vender varias cubetas y garrafones en una jornada. Hoy pasa hasta una semana sin vender una sola, y a pesar de ello su esperanza no decae.
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En ese espacio, justo a la altura de la Primaria Lázaro Cárdenas, al norte de la ciudad capital, Santana León mantiene vivo desde hace años un oficio que le permite sostenerse junto a su esposa, de casi 90 años.

La venta de cubetas lo mantiene activo

Su historia es la de un hombre que ha aprendido a no rendirse. Durante 16 años trabajó en dos empresas distintas, pero nunca logró jubilarse. Hace un cuarto de siglo encontró en la venta de cubetas y garrafones una alternativa para salir adelante.

“A veces no vendo nada en todo el día, pero igual me instalo, porque de esto vivimos mi esposa y yo”, comenta con serenidad.


Las cubetas nuevas las ofrece en 35 pesos. Las de segunda mano las adquiere en negocios chatarreros de Loma de Rodriguera, por los rumbos de San Fermín, a 10 pesos cada una, para luego darles nueva vida y revenderlas. 

Las dificultades no lo desaniman

Su jornada inicia a las 7 de la mañana, después de un café caliente que lo impulsa a salir a la calle con ánimo, y termina alrededor de las 2:30 de la tarde.

Don Santana reconoce que los tiempos no son fáciles. Hace un año podía vender hasta cinco cubetas en un día; ahora, la realidad es distinta. Sin embargo, asegura que lo último que piensa hacer es darse por vencido.

Con 25 años de trabajo continuo en este oficio y el respaldo de una vida entera de esfuerzo, don Santana simboliza la perseverancia de quienes, con lo poco o mucho que tienen, siguen luchando por salir adelante.




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