Luis Humberto y sus tacos de birria estilo Tijuana conquistan Santa Fe
En Santa Fe, Culiacán, La Jefa ofrece tacos de birria estilo Tijuana con historia familiar, esfuerzo y sabor que une a toda la comunidad


En el sector Santa Fe, contra esquina de la Secundaria Técnica 90, el olor a birria estilo Tijuana atrae a vecinos y visitantes por igual.
Ahí, bajo el nombre de Tacos y quesadillas La Jefa, Luis Humberto Higuera Santos, de 33 años, ha construido algo más que una taquería: ha consolidado un negocio familiar que representa esfuerzo, identidad y raíces.

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Luis aprendió los secretos del sabor en una marisquería, donde trabajó durante una década en la barra fría. Sin embargo, fue la influencia de su madre —quien tiene una taquería con el mismo nombre en Chulavista desde hace más de 10 años— lo que lo impulsó a independizarse y abrir su propio local.
“Ya estaba la receta, ya estaba el ejemplo. Era lo más práctico”, cuenta. Así nació una nueva sucursal de La Jefa, ahora en el corazón de Santa Fe.
Un inicio austero
El inicio no fue fácil. Montaron el local con lo mínimo: mesas y sillas que llevaban y traían todos los días, sin dejar nada por seguridad. Poco a poco se fueron estableciendo y, aunque los primeros meses batallaron para generar clientela, la comunidad respondió.
“Mucha gente ya conocía a mi mamá, así que vinieron a probar nuestros tacos. Eso ayudó mucho”, recuerda Luis.
Hoy, el local opera todos los días de 8:00 a 13:30 horas, salvo los miércoles. Ofrecen tacos dorados con queso, quesadillas de harina, especiales y su popular “madrazo”, una especie de quesadilla grande rellena de birria. “Aquí vendemos pura birria, al estilo Tijuana, como empezó mi mamá”, dice con orgullo.
El origen del nombre “La Jefa”
El nombre del negocio también tiene historia. Nació espontáneamente frente a un centro de rehabilitación, donde los clientes le decían “Jefa” a su madre. “Así se quedó”, ríe Luis. Ahora, no solo él y su mamá mantienen viva la tradición; también su padre abrió una taquería con el mismo nombre en la colonia Hidalgo.
Luis vive en Santa Fe con su esposa y sus dos hijos pequeños. Su negocio no solo sostiene a su familia, sino también a varios jóvenes que se integran los fines de semana.
“La situación está difícil, pero hay que aguantar”, comenta. Durante las épocas más duras, incluso manejó Uber para sobrellevar la baja en las ventas.
Soñaba con ser agrónomo o biólogo
Aunque dejó los estudios tras la preparatoria, hoy admite que le hubiera gustado estudiar algo como agronomía o biología. “Cuando uno es joven no piensa en eso, pero después te quedas con la espinita”. A quienes desean emprender, les aconseja: “Hay que animarse. No quedarse con el ‘¿qué hubiera pasado si…?’”.
Porque a veces, los mejores ingredientes no solo están en la receta, sino en la perseverancia y el corazón con que se sirven.