Julio César y su papelería La Esquina, un negocio familiar que resiste y se adapta en Zona Dorada
Tras perder su negocio en la pandemia, Julio César y su familia abrieron Papelería La Esquina en Zona Dorada, en Culiacán, donde se han ganado el corazón de su comunidad
En una esquina transitada de la colonia Zona Dorada, en el sector Los Ángeles, donde el bulevar del Lago se cruza con la calle Lago Cusibulca, se encuentra “Papelería La Esquina”, un negocio familiar que, más que vender artículos escolares, se ha convertido en un ejemplo de perseverancia y adaptación.
Al frente está Julio César Ramos, un hombre que decidió reinventarse tras el cierre de su anterior emprendimiento durante la pandemia.
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“Antes rentábamos brincolines y mobiliario para eventos, pero el negocio se vino abajo con la pandemia. Tuvimos que cambiar el rumbo”, relata.
Casi dos décadas como comerciante
Con más de 17 años de experiencia como comerciante, Julio y su familia aprovecharon el espacio que antes usaban como bodega para iniciar una nueva aventura: una papelería con enfoque en el servicio cercano y el surtido inteligente.
Y es que la clave de este negocio ha sido precisamente esa: identificar las temporadas de alta demanda, mantenerse actualizado con productos de moda, y no escatimar en el surtido.
“Aquí tratamos de tener siempre lo que la gente necesita. Si no lo tenemos, se lo conseguimos. Eso nos ha dado buena reputación”, comenta con orgullo para Tus Buenas Noticias.
Julio César no baja la guardia
Papelería La Esquina no solo sobrevive en un entorno competitivo, sino que ha ganado reconocimiento por su compromiso con el cliente.
Aunque los inicios fueron complicados –“hubo días en que no vendíamos ni 100 pesos”, recuerda– Julio y su familia jamás bajaron la guardia. Hoy, el negocio ya lleva tres años de funcionamiento y cada día crece un poco más.
Parte de su éxito está en la atención a los detalles. Julio conoce el ritmo del ciclo escolar y se anticipa a cada temporada: desde moños navideños, hasta máscaras y viseras para los festivales escolares. “Tratamos de que nadie tenga que ir más lejos por algo básico”, afirma.
La papelería es un proyecto familiar
El negocio es atendido por él mismo y, los fines de semana, se le suma su esposa Mireya Guadalupe. También sus tres hijos participan ocasionalmente, lo que refuerza el sentido familiar del lugar. “No solo se trata de vender, se trata de construir algo para nosotros, para el futuro”, reflexiona Julio.
Sin redes sociales y con una clientela que ha crecido de boca en boca, Papelería La Esquina se mantiene abierta todos los días, de lunes a viernes de 9 a 8, y fines de semana de 10 a 4.
Más que un simple local comercial, es un testimonio de cómo la resiliencia, la estrategia y el compromiso pueden convertir una esquina en un punto de encuentro con el servicio bien hecho.
