México redefine su meta verde: hacia un 38% de energía limpia para 2030
México busca alcanzar 38% de generación limpia en 2030, con apoyo de inversión privada y nuevos permisos de generación


Tras varios años de altibajos, México intenta retomar la senda hacia un sistema eléctrico más sostenible. En 2024, las fuentes limpias representaron el 23.4% de la generación eléctrica nacional, apenas por encima del 23.2% del año anterior, pero aún lejos del 35% comprometido en los Acuerdos de París (2015).
El Plan de Desarrollo del Sector Eléctrico 2025-2039 (Pladese), de la Secretaría de Energía (Sener) marca ahora un nuevo objetivo: 38% de generación limpia para 2030, una meta que busca equilibrar realismo y ambición.

Entre los factores que han frenado el avance destacan:
- Sequías prolongadas, que redujeron la producción hidroeléctrica durante 2022 y 2023.
- Estancamiento eólico y solar, tras la cancelación de las subastas eléctricas que habían detonado inversiones privadas.
- Capacidad de transmisión limitada, que impide aprovechar plenamente la energía generada en zonas con alto potencial renovable.
Una nueva estrategia: inversión, permisos y participación privada
Consciente del rezago, el gobierno federal lanzó la Convocatoria para la Atención Prioritaria de Solicitudes de Permisos de Generación Eléctrica, un programa que busca acelerar la instalación de nuevas plantas renovables.
El plan contempla:
- 6,000 megawatts adicionales de capacidad limpia.
- 3,790 MW fotovoltaicos y 2,100 MW eólicos.
- Una inversión estimada de 7,140 millones de dólares.
- Tramitación exprés a través de la Ventanilla Única de Proyectos Estratégicos (VUPE).
Esta medida marca un cambio relevante en la política energética nacional, pues durante el sexenio anterior la emisión de permisos a privados fue limitada.
El reto: pasar de la meta a la acción
Aunque el nuevo objetivo del 38% es menor al 45% prometido por la presidenta Claudia Sheinbaum, representa una oportunidad para reconstruir la confianza del sector energético y acelerar la transición con bases más sólidas.
Para lograrlo, México deberá:
- Promover alianzas público-privadas sostenibles.
- Ampliar y modernizar su infraestructura eléctrica.
- Fortalecer la certidumbre regulatoria y de inversión.
Cumplir con la meta al 2030 no solo significa honrar compromisos internacionales, sino también apostar por la seguridad energética y la innovación tecnológica que definirán el futuro del país.









