FMI: México mantiene estabilidad en un panorama regional de cautela económica
El FMI prevé un crecimiento moderado para América Latina en 2026 y llama a reforzar la política fiscal, la productividad y las instituciones para sostener el desarrollo regional


El Fondo Monetario Internacional (FMI) presentó en octubre su más reciente análisis sobre las economías del Hemisferio Occidental, donde reconoce la resiliencia de América Latina y el Caribe durante 2025, aunque anticipa un ritmo más moderado de crecimiento en 2026.
En su informe “Navigating a Shifting Global Environment”, el FMI destaca que México ha conservado estabilidad económica y financiera, pese a los retos globales y a las presiones fiscales internas, mientras llama a toda la región a reforzar sus cimientos estructurales para sostener el desarrollo.
Una región que resiste, pero necesita impulso
El FMI señala que América Latina mantiene un desempeño sólido frente a la incertidumbre global. Los mercados laborales se mantienen firmes y la inflación sigue descendiendo, aunque más lentamente de lo previsto.
El crecimiento regional cerrará 2025 con 2.4%, impulsado por las exportaciones y el consumo, pero se prevé una ligera desaceleración a 2.3% en 2026, conforme el comercio internacional pierda dinamismo.
“La región resiste, pero requiere políticas firmes para evitar perder impulso”, destaca el informe.
Claves regionales:
- Inflación en descenso, pero aún por encima de los objetivos en algunos países.
- Deuda pública sin estabilizar, lo que limita el margen fiscal.
- Productividad y competitividad, los grandes retos de fondo.

México: estabilidad con espacio para reformar
México sobresale entre las principales economías latinoamericanas por su capacidad de mantener el equilibrio entre crecimiento, inflación y empleo. El FMI estima un avance de alrededor del 2% en 2025, similar al promedio regional, con una inflación que se aproxima gradualmente a la meta del Banco de México.
La institución reconoce el impacto positivo del nearshoring, que está fortaleciendo las exportaciones y atrayendo inversiones, aunque advierte que el país debe acelerar su consolidación fiscal y aprovechar el contexto global para impulsar la productividad y la innovación empresarial.
El informe también identifica áreas de mejora: las políticas tributarias que incentivan la informalidad y los límites en el acceso al crédito aún frenan el crecimiento de las empresas más productivas.
En resumen:
- México mantiene estabilidad y confianza de los mercados.
- El nearshoring representa una oportunidad histórica de desarrollo.
- La sostenibilidad fiscal y la productividad serán claves para el futuro.
Desafíos compartidos
El FMI advierte que la región enfrenta riesgos a la baja en su crecimiento debido a las tensiones comerciales, la volatilidad financiera y los niveles de endeudamiento. Sin embargo, enfatiza que los países con instituciones fuertes y políticas fiscales prudentes están mejor preparados para resistir los choques externos.
Además, subraya la necesidad de mejorar la asignación de recursos y fortalecer la competencia en los mercados, como vía para elevar la productividad y el bienestar.
Prioridades para América Latina y México:
- Mantener la independencia de los bancos centrales.
- Reforzar la disciplina fiscal y estabilizar la deuda.
- Promover la competencia, la formalidad y la innovación.
- Fortalecer las instituciones públicas para generar confianza y estabilidad.
Un llamado a construir sobre lo logrado
El FMI reconoce los avances logrados por México y por varias economías de la región en estabilidad y control de precios. No obstante, insiste en que la oportunidad de transformar el crecimiento en desarrollo sostenible no puede postergarse.
“El crecimiento se estabiliza, pero no despega; la inflación cede, pero lentamente. Ahora es momento de consolidar las bases de una economía más productiva y equitativa”, concluye el informe.