Cándido salió del infierno para ser dueño de su propio destino

Culiacán, Sinaloa. Tras vivir un infierno en la tierra por causa de las drogas, Cándido Echagaray Acosta es hoy un emprendedor con un nuevo enfoque de vida. Esto gracias a su fuerza de voluntad y el incondicional apoyo de sus padres, Jorge Echagaray y Rosario Acosta, que lo apoyaron para dejar atrás el mundo incierto de las adicciones.

Cándido es residente de la colonia Buenos Aires. Después de vivir por varios años sumergido entre narcóticos, hace 20 años decidió darle un rumbo diferente a su vida y con esa convicción y junto a su padre inician el negocio de una llantera en el sector popular que se ubica al sur de la ciudad.

“Es fácil caer en el mundo de la droga, sin embargo, lo verdaderamente difícil es salir. Pero echándole ganas, con mucha fuerza de voluntad se puede salir adelante. Estoy muy agradecido con mis padres por su apoyo, porque nunca me dejaron solo.

También mantener mi mente ocupada en mi negocio (llantera) fue de mis mejores terapias que me ayudó para dejar de consumir estupefacientes desde hace más de 13 años. Primero inicié como trabajador en la llantera, luego le pagaba renta a mi papá, hasta que me propuse y negocié con mi padre y ahora ya soy el dueño”, expresa con mucho orgullo Echagaray Acosta.

Rosario, mamá de Cándido, vivió con él días difíciles, pero nunca se rindió en su lucha por rescatarlo. “Hubo mucha gente, hasta la misma familia que nos decía, para qué gastábamos tanto dinero en él, que ya no tenía lucha, pero gracias a Dios, tras varios años de anexarlo y buscar ayuda profesional, logró salir adelante. Y ahora ya tiene su propio negocio y lo mejor alejado del vicio”, cuenta con entusiasmo.

Cándido Echagaray tiene un nuevo enfoque de la vida: “Me gusta mucho mi trabajo, principalmente porque soy dueño de mi propio destino y decido hasta donde llegar. También porque me ha ayudado mucho a crecer como persona y a tomar decisiones, no solo en el negocio, sino en todos los aspectos de mi vida”.

Su desastrosa experiencia en el mundo de las drogas le da autoridad para advertir a personas que están sumergidas en las drogas, para que se animen a tener ese cambio en sus vidas. También los exhorta a emprender un negocio, sacando vigor para “que los miedos y dudas no los detengan, porque si nunca los intentan jamás sabrán lo lejos que puedes llegar”, dice con ánimo.

Actualmente, lo que más motiva a Cándido es lo mucho que ha avanzado a través de los años entre herramientas y aparatos como la cruceta, el gato, desmontadora, compresor de aire, boquillas, mangueras, birlos. Además, considera que el futuro ofrece muchas oportunidades que debemos aprovechar porque “Querer, es poder”.

A pesar del éxito que tiene la llantera “El Negro”, el sueño de Cándido no termina ahí. Ahora anhela hacer crecer más su negocio que le ha dado tanto, lo que un día en un “abrir y cerrar de ojos” las adversidades de la vida le arrebataron. “Quiero hacer crecer más mi negocio. Estoy al cien con Hacienda, pago impuesto, un contador me apoya”, dijo.

Cándido es un ejemplo de superación, ya comprobó que en la vida no existe imposible. Con esfuerzo y disciplina puedes salir de infierno que por distintas circunstancias de la vida caemos. Ya son más de 13 años que no consume estupefacientes y valora más cada día de su existencia. En la llantera no solo desponcha llantas, se dio la oportunidad de desponchar su vida y seguir con nuevos aires.

En la colonia Buenos Aires Cándido salió del infierno para ser dueño de su propio destino.

La llantera se ubica sobre la calle Rodolfo Fierro 1127- A, casi esquina con la avenida Manuel Clouthier en la colonia Buenos Aires.