Invitan Bazar Navideño en Portabelo 1: habrá venta de regalos y fiesta familiar
Este domingo 7 de diciembre, el Parque Grande de Portabelo 1, al nororiente de Culiacán, será sede del Bazar Navideño: compras locales, comida, miniferia y un ambiente familiar que fortalece la convivencia vecinal
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Culiacán, Sinaloa. El espíritu decembrino se adelanta en Portabelo 1 con una invitación que mezcla compra local, convivencia y causa comunitaria.
Y es que este domingo 7 de diciembre, de 4:00 de la tarde a 10:00 de la noche, el Parque Grande de Portabelo 1 será escenario del Bazar Navideño, una jornada pensada para disfrutar en familia, apoyar a emprendedores vecinos y compartir un domingo que, literalmente, se siente en comunidad.
Podrán encontrar regalos acordes a la temporada: ropa y calzado para toda la familia, juguetes, productos artesanales y opciones para consentir el antojo con comida típica, snacks y bebidas. Para las infancias —y para el niño interior, que nunca falla— habrá Mini Feria, con juegos y actividades que convierten la tarde en una pequeña verbena.
Comprar local también es cuidar el parque
De acuerdo con Yésica Tolosa, presidenta del Comité del Parque Portabelo 1, el bazar mantiene un objetivo claro: mejorar el espacio que todos usan.
“La cuota para quienes deseen sumarse como vendedores será de 100 pesos, recurso que se destinará a mejoras del parque, para beneficio directo de los vecinos y sus familias”, explicó.
En otras palabras: aquí, cada compra regresa al barrio como sombra, juego y encuentro.
El bazar no es improvisación. En esta edición se espera la participación de entre 30 y 40 expositores, una cifra que consolida una tradición decembrina donde el talento local se encuentra con consumidores que prefieren regalar con sentido. Comprar al vecino, aquí, tiene doble premio.
Una tradición que ya sabe reunir
El Comité del Parque Portabelo 1 tiene antecedentes recientes que avalan la convocatoria. El pasado 30 de octubre, el parque fue escenario de una tarde-noche de Halloween con kermés, concursos de disfraces, miniferia y antojitos.
Aquella jornada logró una amplia participación y dejó claro que, cuando se abren los espacios y se invita con cariño, la comunidad responde.
El Bazar Navideño retoma esa inercia positiva: calles con familias paseando, niñas y niños riendo, mesas llenas de productos hechos con empeño y un parque que vuelve a ser punto de encuentro.
El mensaje es simple y efectivo: asiste, conoce lo que vende tu vecino, coopera con el parque y pasa un domingo muy agradable. El espíritu navideño se construye mejor entre todos.
