Más impuestos, más salud: la nueva estrategia de Sheinbaum
La presidenta Claudia Sheinbaum presentó en el Paquete Económico 2026 una propuesta para aplicar nuevos impuestos a las bebidas azucaradas y a los videojuegos violentos. La idea es reducir problemas de salud, apoyar la educación y prevenir conductas de riesgo en jóvenes, destinando los recursos a programas de bienestar y salud pública.


El plan para una vida más sana
En su propuesta para el Paquete Económico 2026, Claudia Sheinbaum sorprendió con una iniciativa que busca atacar dos problemas que afectan a México: el consumo excesivo de azúcar y la normalización de la violencia en el entretenimiento de niños y adolescentes.
El plan consiste en incrementar los impuestos a las bebidas azucaradas, como refrescos y jugos industrializados, y en crear un nuevo impuesto a los videojuegos con contenido violento. El dinero que se recaude se destinará a programas de salud, educación y prevención social.
¿Por qué los refrescos están en la mira?
El consumo de bebidas azucaradas es uno de los principales factores de riesgo para desarrollar obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares, problemas que en México generan altos costos médicos y afectan la calidad de vida de millones de personas.
- Cifras alarmantes: México es uno de los países con mayor consumo de refrescos por persona en el mundo.
- Impacto en la salud: enfermedades como la diabetes tipo 2 y la hipertensión tienen relación directa con el alto consumo de azúcar.
- Recaudación con propósito: el impuesto adicional permitirá financiar campañas de alimentación saludable y programas de atención médica preventiva.
Con este tipo de medidas, Sheinbaum busca que el costo extra motive a la población a reducir su consumo, al mismo tiempo que se obtienen recursos para fortalecer el sistema de salud.
Videojuegos violentos: más que solo diversión
El otro punto clave de la propuesta es un impuesto especial para los videojuegos con alto contenido de violencia.
La finalidad no es prohibirlos, sino desincentivar su uso excesivo en la infancia y adolescencia y, sobre todo, financiar programas que ofrezcan actividades culturales, deportivas y educativas.
Algunos objetivos del nuevo impuesto:
- Fomentar que los padres tomen conciencia del contenido que consumen sus hijos.
- Destinar parte de la recaudación a proyectos de prevención de la violencia juvenil.
- Abrir más espacios de arte, música y deporte como alternativas de entretenimiento.
Sheinbaum ha aclarado que este impuesto no busca castigar a la industria de los videojuegos, sino equilibrar el impacto social que tienen algunos de sus contenidos.
Un enfoque humanista y de bienestar
Lo más importante de esta propuesta es su visión de bienestar social. En lugar de solo recaudar, el gobierno plantea usar los recursos para reforzar programas de salud y educación, mejorando la calidad de vida de las familias mexicanas.
Este enfoque refleja un gobierno que busca la prevención y la equidad, invirtiendo en soluciones a largo plazo.
Especialistas en salud pública y educación han recibido la propuesta con interés. Consideran que los impuestos saludables ya han mostrado resultados en otros países, donde se ha reducido el consumo de bebidas azucaradas.
En cuanto a los videojuegos, aún se espera debate, pero la intención de proteger a la niñez y la juventud ha sido vista como un paso positivo.

La iniciativa de Claudia Sheinbaum demuestra que las políticas fiscales pueden ser herramientas para cuidar la salud y el desarrollo social, no solo para recaudar dinero. Si se aprueba, México podría dar un ejemplo de cómo la política económica puede mejorar la vida de su gente.