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Corredor Biocultural Gran Selva Maya: Un acuerdo histórico para proteger la selva y la biodiversidad

En agosto de 2025, la presidenta Claudia Sheinbaum firmó un acuerdo histórico con Guatemala y Belice para proteger 5.7 millones de hectáreas de la Selva Maya. Este proyecto busca conservar la biodiversidad, fomentar la sostenibilidad y generar beneficios sociales y económicos para las comunidades locales.

22 agosto, 2025
Ruinas mayas. Foto. Pixabay.
Ruinas mayas. Foto. Pixabay.

¿Qué es el Corredor Biocultural Gran Selva Maya?

El Corredor Biocultural Gran Selva Maya es uno de los proyectos ambientales más importantes de América Latina. La iniciativa implica la colaboración de México, Guatemala y Belice, con el objetivo de conservar la selva, frenar la deforestación y promover el desarrollo sostenible.

Sheinbaum destacó que este acuerdo representa una alianza internacional basada en la cooperación ambiental, donde los tres países se comprometen a proteger uno de los ecosistemas más importantes del continente.

La Selva Maya es hogar de miles de especies animales y vegetales, algunas en peligro de extinción, y es clave para la regulación del clima regional.

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Objetivos principales del proyecto

El Corredor Biocultural tiene varias metas estratégicas que buscan equilibrar la conservación con el desarrollo humano:

  • Protección de la biodiversidad: conservar especies animales y vegetales únicas.
  • Restauración de ecosistemas: regenerar suelos y recuperar áreas degradadas.
  • Seguridad alimentaria: promover cultivos sostenibles y autosuficiencia local.
  • Desarrollo social: apoyar a las comunidades indígenas y rurales con educación, salud y empleo.

El proyecto también contempla la expansión del Tren Maya, con un enfoque sostenible que minimice el impacto ambiental y respete la integridad de la selva.

Beneficios para la población local

El acuerdo no solo protege la naturaleza, sino que también genera beneficios directos para las comunidades locales:

  • Creación de empleos sostenibles en actividades turísticas y de conservación.
  • Capacitación en prácticas agrícolas amigables con el medio ambiente.
  • Apoyo a proyectos de educación y salud para mejorar la calidad de vida.
  • Participación de comunidades indígenas en la gestión y conservación de la selva.

Estos beneficios buscan combinar el cuidado del medio ambiente con el desarrollo económico, evitando que las comunidades dependan únicamente de actividades extractivas que dañan la selva.

Una estrategia para el futuro sostenible

El Corredor Biocultural Gran Selva Maya también es un ejemplo de cómo la cooperación regional puede enfrentar desafíos globales, como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.

La Selva Maya actúa como un pulmón que ayuda a regular el clima de la región y almacenar carbono, contribuyendo así a la lucha contra el calentamiento global.

Además, este proyecto sirve como modelo para otras iniciativas internacionales, demostrando que el desarrollo económico y la conservación ambiental pueden ir de la mano. La participación activa de la sociedad civil, organizaciones no gubernamentales y gobiernos locales es clave para asegurar el éxito del acuerdo.

Selva. Foto. Pixabay.
Selva. Foto. Pixabay.

El Corredor Biocultural Gran Selva Maya representa un paso histórico en la protección de uno de los ecosistemas más valiosos del mundo.

Gracias al acuerdo firmado por Claudia Sheinbaum con Guatemala y Belice, se garantiza la conservación de la biodiversidad, la recuperación de ecosistemas degradados y la mejora de la calidad de vida de las comunidades locales.

Este proyecto demuestra que es posible unir desarrollo, sostenibilidad y cooperación internacional, y marca un ejemplo inspirador para la conservación ambiental en toda América Latina.



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