Visitando "La Granja del Jefe", con una de las mejores producciones de ostiones en todo el estado de Sinaloa
La Granja del Jefe cosecha alrededor de 1.5 millones de ostiones, con una tasa de mortalidad de aproximadamente 0.5 millones, asegurando la salida al mercado de un millón de estas delicias marinas
Navolato, Sinaloa.- En un rincón de Altata, Navolato, se encuentra "La Granja del Jefe", una joya marítima manejada por el experimentado pescador, Marco Polo Sauceda, con más de dos décadas en la industria y tres años al frente de esta granja de ostiones. Nuestra reciente visita nos permitió sumergirnos en los entresijos de la producción de este manjar del mar.
El proceso comienza con la llegada de diminutas semillas de ostión, de 2.4 a 3.5 milímetros, las cuales se resguardan en bolsas de telas mosquiteras. Tras 20 días, emergen para una limpieza meticulosa, sin salir de sus refugios, con el propósito de neutralizar depredadores como cangrejos. Este ciclo se repite, guiando el crecimiento de las semillas a un tamaño ideal para la exportación, utilizando tamizadores de diferentes mallas para clasificarlos por tamaños variables.
Mes a mes, el ostión es separado hasta alcanzar su plenitud, proceso que abarca alrededor de siete meses para un 30% de la producción comercializable y hasta un año para su crecimiento total. Anualmente, La Granja del Jefe cosecha alrededor de 1.5 millones de ostiones, con una tasa de mortalidad de aproximadamente 0.5 millones, asegurando la salida al mercado de un millón de estas delicias marinas.
Baja California es el destino de esta producción, donde cada ostión se valora entre 2.5 y 3 pesos mexicanos, antes de ser procesado y exportado a Estados Unidos, donde alcanza un precio de entre 16 y 20 pesos. Además, las granjas venden ostiones directamente a los restaurantes locales a un precio competitivo de 5 a 6 pesos, consolidando un negocio próspero gracias a la afluencia turística en Altata.
Marco Polo Sauceda compartió con nosotros las dificultades enfrentadas, incluyendo la pérdida de alrededor de 100 mil ostiones debido al reciente huracán "Norma". Esta adversidad representó una pérdida económica cercana a los 400 mil pesos, subrayando la resiliencia necesaria en esta industria ante eventos fortuitos.
Además, entrevistamos a Yolanda, una dedicada trabajadora de la granja originaria de Honduras, quien relató su inspiradora historia. Trabaja de 8 de la mañana a 5 de la tarde, cuidando con delicadeza cada ostión, asegurando que estos no sufran daños en sus conchas. Su labor, además de ser una destreza adquirida en sus 5 meses de experiencia, le permite sostener a sus dos hijos como madre soltera. Con gratitud, expresó: "Por el tema del trabajo la cosa está excelente, porque allá en mi tierra no hay trabajo. Es una riqueza lo que tenemos aquí porque esto es un trabajo para todo el año. Es algo que tienes fijo aquí y es lo mejor tener un trabajo fijo".
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