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En Barrancos Blanca Lidia hace los tamales que conquistan paladares

El negocio de sus padres le dio carácter de emprendimiento para ahora dar empleo y sabor casero en restaurantes y puestos públicos.

28 julio, 2023
En Barrancos Blanca Lidia hace los tamales que conquistan paladares

En las calles la colonia Plutarco Elías Calles, en el Sector Barrancos, se encuentra un pequeño rincón donde los aromas de maíz, hojas de elote y deliciosos guisos se mezclan en una sinfonía de sabores: La tamalería de Blanca Lidia Gastélum Nevárez.

Blanca, es una talentosa mujer que ha dedicado más de tres décadas a crear tamales que despiertan sonrisas y evocan memorias de infancia. Pero más allá de su destreza culinaria, Blanca Lidia es una mujer de corazón generoso y sueños incansables.

Con una mirada cálida y manos industriosas, Blanca Lidia nos recibe en su tamalería, llena de utensilios que atestiguan la dedicación y pasión que pone en cada preparación.

"Mis padres me enseñaron a hacer tamales. Ellos eran de la Díaz Ordaz. Ahí crecí y ellos me enseñaron", dice con emoción en sus ojos. Su madre también era una experta en la elaboración y venta de tamales, y fue ella quien inspiró a Blanca Lidia a llevar adelante esta tradición familiar.

"Empecé vendiendo aquí en la colonia. Toda la colonia la recorría caminando. Me echaba dos viajes cargada de mis dos cubetas. Los vendía todos y tenía a mis niños pequeños el grande 10, el otro 5 y embarazada. Todo el embarazo trabajé haciendo y cargando tamales", relata con un brillo de orgullo en su voz. La vida no siempre fue fácil para Blanca Lidia, pero su amor por su familia y su pasión por cocinar le dieron la fuerza necesaria para seguir adelante.

Pero el camino de Blanca Lidia no estuvo exento de obstáculos. " Cuando tenía un mes de embarazo de mi última hija, el papá de mis hijos tuvo una enfermedad y quedó en estado vegetativo y pues trabajé los 9 meses hasta una semana antes de que naciera la bebé. Fue una etapa muy complicada, también padecí de una enfermedad, pero volví a nacer", confiesa con valentía. Fue su determinación y amor por sus hijos lo que la impulsó a salir adelante, enfrentando cada reto con valentía y determinación.

Hoy en día, la tamalería de Blanca Lidia es un punto de encuentro para vecinas y amigas que se suman con entusiasmo a la producción de los deliciosos tamales. "Todas somos vecinas y amigas. Tengo una señora que tiene 25 años trabajando aquí conmigo, ella es vecina también", comenta con una sonrisa a flor de labio. Su negocio se ha convertido en una pequeña empresa familiar, donde todas se apoyan mutuamente y tejen una red de solidaridad que va más allá de las ollas y sartenes.

Con una voz reflexiva, Blanca Lidia nos confiesa que lo que más la llena de satisfacción no es solo el éxito de sus tamales, sino poder dar trabajo a sus compañeras en el área de producción. "Es una forma de ayudar en su economía. Ellas me ayudan a mí y yo las ayudo a ellas", dice con emoción. Para ella, cada tamal es un pedacito de amor y esperanza, no solo para sus clientes, sino también para quienes trabajan junto a ella.

"Trabajamos todos los días. Yo me levanto a las 3:30 am para preparar todo y dejo de trabajar a las 2:00 pm. También entregamos a restaurantes. Hacemos tamales de puerco, picadillo, queso, piña, verdura y elote. En un día hacemos 600 tamales  y aparte los pedidos", relata con pasión.

Blanca Lidia no solo es una maestra de los tamales, sino también una incansable luchadora, una madre entregada y una emprendedora valiente que ha demostrado que cuando se cocina con amor y sueños, el sabor es simplemente inigualable.

Cada día, cuando el sol apenas se asoma en el horizonte, Blanca Lidia se prepara para una nueva jornada de trabajo. Sus manos, impregnadas de magia y pasión, dan forma a cada tamal con esmero y dedicación.

Y mientras el aroma de sus creaciones se mezcla con el aire de la colonia, ella sonríe, sabiendo que su legado no solo está en la perfección de sus tamales, sino en el amor y la generosidad que comparte con cada bocado.

Ahí, en la Ley Barrancos, los tamales buenos son los de Blanca Lidia. Esos que deleitan el paladar de exigentes gustos. Sus tamales, además de saciar el antojo, van cargados de historia de vida y emprendimiento.

Así, con cada tamal que sale de su cocina, Blanca Lidia se va envolviendo con dos amarres a los corazones de quienes tienen la dicha de probar su arte culinario. En Barrancos, los tamales con sabor y sentimiento son “Lizbeht”.

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