Conoce cómo iniciar el RCP en caso de que una persona tenga un paro cardiaco

La Reanimación Cardiopulmonar (RCP) es de los factores más importantes que influyen sobre la sobrevivencia de los pacientes con paro cardiaco lo cual hace que sea indispensable que todas las personas conozcan cómo realizarlo en una emergencia real.

Es vital que al momento que observes a una persona "desplomarse", "desvanecerse" debido a un posible paro cardiaco llames de inmediato al número de emergencia 911 para que se activen los servicios médicos de urgencia, si la persona no responde y no respira con normalidad se debe iniciar el RCP de forma inmediata.

La RCP puede incrementar en grado significativo la posibilidad de sobrevivencia del paciente, que típicamente son varones de entre los 70 años apróximadamente, por lo que realizar una reanimación cardiopulmonar de alto desempeño incrementa la tasa de sobrevivencia con conservación neurológica.

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¿Cómo realizar una RCP de alto desempeño?

Los pasos para realizar una reanimación cardiopulmonar (RCP) de alto desempeño son los siguientes:

• Comprimir el tórax por lo menos 5 centímetros en adultos
• Permitir la recuperación completa del tórax tras la aplicación de cada compresión
• Permitir que la mitad de la duración de cada compresión corresponda al movimiento hacia abajo, y la otra mitad al movimiento hacia arriba
• Recurrir a una posición correcta de las manos (entrelazar las manos y justo colocarlas sobre el corazón del paciente)
• Comprimir el tórax de 100 a 120 veces por minuto
• No invertir más de un segundo en cada ventilación
• Disminuir al mínimo cada interrupción de la RCP, cada una no mayor de 10 segundos
• Cambiar de reanimador cada dos minutos para evitar el agotamiento y por tanto la efectividad de las compresiones

Claves para realizar un RCP óptimo

La clave para la RCP de alto desempeño consiste en incrementar el gasto cardiaco. La compresión del tórax con fuerza y profundidad es un componente importante del proceso, toda vez que la expulsión de la sangre del corazón en paro sólo ocurre cuando una persona lo comprime.

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Si las manos no regresan hasta el nivel anterior a la compresión, esa compresión bombea menos sangre y la siguiente compresión también tiene un gasto menor como efecto de que el punto de inicio del masaje se halla por debajo del óptimo. De manera similar, la distribución del tiempo por igual en la compresión y la liberación del tórax incrementa al máximo la cantidad de sangre que se expulsa del corazón. 

La posición de las manos es crítica, dado que si no se colocan sobre el corazón gran parte de la fuerza de compresión se pierde. La frecuencia óptima para el masaje sigue sin determinarse, pero debe ser cercana entre 100 y 120 por minuto.

Una vez lleguen los paramédicos, éstos utilizarán un desfribilador para intentar reanimar al paciente con shocks eléctricos, y entre más rápido llegue este al paciente, más posibilidad existe de que sobreviva al paro cardiaco.

Con información de Cruz Roja Mexicana.

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