Meny Valenzuela: el promotor de Culiacán que convirtió un baldío de la Nakayama en semillero deportivo
Meny Valenzuela transformó un baldío al sur de Culiacán en una unidad deportiva que hoy promueve fútbol, valores y comunidad en Culiacán


En la colonia Antonio Nakayama, al sur de Culiacán, hay un rostro que muchos vecinos asocian con deporte, disciplina y comunidad. Se trata de Manuel Antonio Valenzuela, más conocido como “Meny”, quien desde hace más de ocho años dedica su tiempo a promover el fútbol y otras actividades deportivas en la Unidad Deportiva Nakayama.

Lo que hoy es un espacio vivo y lleno de movimiento comenzó como un simple terreno baldío. Meny recuerda que un grupo de niños sin equipo lo motivó a dar el primer paso:
“Sabían jugar fútbol, los junté y empezamos a ir a diferentes canchas. Poco a poquito fuimos gestionando y logramos acondicionar la cancha”, contó para Tus Buenas Noticias.
Meny’s Nakayama, un espacio para el futbol
Ese esfuerzo inicial dio forma a lo que hoy es la escuelita Meny’s Nakayama, con categorías que van desde los chupones hasta juveniles, además de femenil y torneos para adultos como el “Papafut” y el “Mamafut”.
Actualmente, alrededor de 70 jugadores entrenan en sus diferentes equipos, con prácticas los lunes, miércoles y viernes, y partidos programados durante toda la semana. En la Unidad Deportiva Nakayama el dinamismo no se limita al fútbol: también se organizan torneos de voleibol, zumba y competencias relámpago que reúnen a familias de colonias vecinas.
El deporte como antídoto contra la violencia
Pero más allá de los números y categorías, lo que mueve a Meny es una convicción clara: alejar a los jóvenes de la violencia y acercarlos a un entorno sano.
“Nuestra meta es que se enfoquen en el deporte, que no miren hacia otro lado. Queremos ser un enlace que los lleve a nuevas oportunidades, ya sea en fuerzas básicas o simplemente como formación en valores”, afirma para Tus Buenas Noticias.
Ese impacto se refleja no solo en quienes entrenan bajo su guía, sino también en sus propios hijos, quienes crecieron con el ejemplo de disciplina y respeto inculcado en casa y en la cancha. “Aquí no se fuma, no se bebe, este es un espacio familiar”, señala con orgullo.

Esfuerzo comunitario a beneficio del parque
El trabajo no termina en el entrenamiento. Meny y su equipo de vecinos se han encargado de mantener limpio el parque y la cancha, incluso reparando por su cuenta problemas de drenaje en el pasto sintético, que ya acumula más de ocho años de uso.
“Si el espacio se ve limpio, hasta más profesional se sienten los muchachos”, comenta.
Hoy, la Unidad Deportiva Nakayama no solo es un sitio para practicar deporte, sino un punto de encuentro comunitario, donde se fortalecen lazos, se transmiten valores y se construye esperanza. La alianza comunitaria genera condiciones de armonía y paz.