Aumento al salario mínimo 2026: impacto real y beneficios para México
El salario mínimo en México subirá 13% a partir de enero 2026, con ello, la cifra a percibir será de 315.04 pesos diarios. Conoce el impacto económico, las opiniones de especialistas y cómo beneficiará a millones de trabajadores


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El anuncio presidencial sobre el aumento al salario mínimo en México para 2026 abrió un debate necesario y, sobre todo, una ventana de oportunidad.
Con un ajuste del 13%, el ingreso diario pasará de 278.80 a 315.04 pesos, lo que representa un salario mensual de 9,582.47 pesos. En la Zona Libre de la Frontera Norte, el monto llegará a 440.87 pesos diarios, equivalentes a 13,409.80 mensuales.
La presidenta Claudia Sheinbaum subrayó que el incremento no traerá despidos ni más inflación.
Aunque algunos analistas toman distancia de ese optimismo, otros coinciden en que el país podría entrar en una fase de transformación laboral si empresas y gobiernos ajustan estrategias y productividad.
¿Qué destacan los especialistas?
La conversación económica es diversa, sí, pero también reveladora. Mientras algunos advierten riesgos, otros ven un horizonte fértil para la competitividad.
1. Riesgos que sí deben atenderse
Expertos como Gabriela Siller, analista en jefe de Banco Base, advierten que el aumento puede generar presiones inflacionarias, sobre todo en empresas con alto uso de mano de obra.
Banamex coincide, al señalar que la carga adicional podría limitar la creación de empleos formales, especialmente entre PyMEs, y crear presiones en precios finales.
Puntos clave señalados por analistas que advierten riesgos:
- Incrementos podrían elevar costos laborales y, con ello, precios al consumidor.
- PyMEs serían las más vulnerables.
- Presiones inflacionarias podrían sentirse en servicios como entretenimiento, educación y salud.
- Estados con alta proporción de trabajadores que ganan hasta dos salarios mínimos podrían resentir más el ajuste (Chiapas, Campeche, Tamaulipas, Yucatán, Michoacán, Puebla, Durango, Tabasco, Tlaxcala y Coahuila).
2. Una ventana de oportunidad para el país
Por otro lado, especialistas como Jesús Moscoso, director general de ESSAD, ven en este incremento un motor para la modernización empresarial. El aumento, asegura, invita a revisar procesos, elevar la productividad y mejorar la competitividad.
Desde otra perspectiva más optimista, Fernando Bermúdez, de Manpower Group, recalca que el acuerdo entre trabajadores y empleadores es un avance que favorecerá estabilidad laboral y permitirá que el salario siga siendo un referente clave en negociaciones contractuales.
Señales positivas identificadas por especialistas que ven el ajuste con buenos ojos:
- Mejora del poder adquisitivo de 8.5 millones de trabajadores formales.
- Incentivo para modernizar y hacer más eficientes los procesos productivos.
- Fortalecimiento reputacional para empresas que adopten prácticas laborales responsables.
- Continuidad a la meta nacional: que el salario mínimo cubra al menos 2.5 canastas básicas.
Beneficios que pueden marcar la diferencia
Más allá de los matices técnicos, hay un mensaje de fondo: el aumento al salario mínimo no solo mueve cifras, también mueve expectativas de vida.
Las y los trabajadores con salario mínimo —principalmente quienes laboran en sectores de servicios, manufactura ligera y comercio— verán un ingreso más robusto frente al costo de la vida.
Si las empresas evolucionan su manera de producir y se apuntala la formalidad, el país puede dar un paso hacia mercados más justos y resilientes.
Con información retomada de Milenio.









