¿Cómo aumentar tu pensión del IMSS? Documentos que debes tener a la mano
Si estás por tramitar tu pensión del IMSS, es muy importante que cuentes con una serie de documentos para evitar que recibas una pensión mensual más baja de la que te corresponde. Aquí te contamos todo lo que necesitas saber al respecto


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Miles de personas en México reciben la pensión del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cada mes, una prestación económica a la que tienen derecho los trabajadores jubilados, así como quienes sufrieron un accidente laboral, enfermedad o invalidez.
Recientemente, el IMSS emitió un aviso que es de gran importancia para miles de trabajadores que están por jubilarse, quienes deberán prestar atención a conservar ciertos documentos que les ayudarían a recibir una pensión más alta.
A pesar de que un trabajador haya cotizado ante el IMSS durante décadas, podría recibir una pensión más baja de la que le corresponde si no acredita su vida laboral a través de estos documentos.
Tal es el caso de muchos asegurados en los últimos meses, donde el IMSS ha constatado que hay quienes llegan a tramitar su pensión con información incompleta, salarios mal registrados o semanas cotizadas que no aparecen en el sistema.

Documentos que necesitas para tu pensión del IMSS
Para evitar que esto te ocurra y poder tener el acceso garantizado a la pensión mensual que te corresponde por parte del IMSS, aquí te explicamos qué documentos debes conservar para el trámite de esta prestación.
- Constancia de semanas cotizadas y resolución certificada: se trata del único documento con total validez legal ante el IMSS, donde se define si el trabajador aplica al esquema de la Ley 73 o Ley 97. Es importante conservar este documento en versión impresa y digital para evitar errores en el cálculo de la pensión mensual.
- Recibos de nómina: considerando que la pensión se calcula de acuerdo con el salario base de cotización, los comprobantes de pago y recibos de nómina son una evidencia clave de los ingresos reales de cada trabajador.
- "Hoja rosa" del IMSS: este documento acredita la primera afiliación, régimen y primer patrón de cada trabajador, siendo una referencia oficial en caso de aclarar periodos que el sistema no registro de forma automática.

- Contratos laborales y constancias de empleo: este tipo de documentos permiten exigir al IMSS el reconocimiento de semanas cotizadas o salarios omitidos, siendo de especial utilidad para quienes cambiaron varias veces de empresa.
- Estado de semanas cotizadas por año (histórico): el histórico anual de este documento muestra cuánto cotizó el trabajador, cuánto ganaba y qué tipo de patrón tuvo, por lo que es especialmente útil en caso de trabajadores de "outsourcing", empresas que desaparecieron o cambiaron de razón social.
- Comprobantes de aportaciones (Modalidad 40): en caso de encontrarse en la Modalidad 40, es fundamental guardar todos los comprobantes de aportaciones voluntarias, ya que así podrás demostrar tus pagos en caso de que el sistema presente errores, evitando reducciones en tu futura pensión.
- CURP, RFC y acta de nacimiento: es importante tener estos documentos actualizados para evitar bloqueos administrativos que pudieran llegar a frenar el pago o autorización de la pensión del IMSS.
- Dictámenes médicos: en caso de solicitar una pensión por invalidez o incapacidad, hay que tener a la mano el dictamen ST-3 o su equivalente, un documento oficial que debe estar firmado y sellado por un médico del IMSS.
- Número de Seguridad Social: el documento donde aparece el NSS del trabajador debe estar validado por el Registro Nacional de Población (Renapo), y es clave para evitar pérdidas de semanas cotizadas.

Si estás por tramitar tu pensión del IMSS, es muy importante que tengas todos estos documentos a la mano, ya que así tendrás manera de aclarar cualquier posible error que te impida acceder a la pensión mensual que realmente te corresponde.










