Conoce los escenarios para México frente al anuncio de aranceles de Trump a camiones pesados
El aplazamiento de los aranceles a camiones bajo la Sección 232 brinda a México y EE.UU. una ventana para negociar en una industria estratégica


El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que a partir del 1 de noviembre entrarán en vigor aranceles del 25 % a las importaciones de camiones medianos y pesados, bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial, que permite imponer gravámenes por motivos de “seguridad nacional”.
Esto ha generado interrogantes sobre los posibles escenarios para México.
La medida busca proteger a los fabricantes estadounidenses, pero abre un frente de incertidumbre para México, principal exportador de este tipo de vehículos hacia EE. UU.
Contexto: un golpe directo al comercio norteamericano
El anuncio de Trump llega tras una investigación del Departamento de Comercio que concluyó que un “pequeño número” de proveedores extranjeros domina las importaciones de camiones, presuntamente mediante prácticas comerciales depredadoras.
El año pasado, EE. UU. importó más de 245 mil unidades, con un valor comercial superior a 20 mil millones de dólares. De ese total, México representa más del 80 % del volumen, lo que convierte al país en el más expuesto a la nueva medida.

El gobierno estadounidense ya había impuesto aranceles a sectores como el acero, el aluminio y el cobre; esta vez el impacto recae sobre un sector clave en la relación bilateral.
Escenarios para México
Este anuncio de Trump ha generado interrogantes sobre los posibles escenarios para México, un tema que especialistas de Bloomberg han dado varias interpretaciones.
- Riesgo de desaceleración industrial. El arancel del 25 % encarecerá los camiones exportados a EE. UU., reduciendo su competitividad frente a la producción local. Las empresas que dependen de la exportación —como Navistar o Daimler— podrían ver afectadas sus operaciones.
- Efecto en la cadena de suministro.Las plantas mexicanas integran miles de proveedores locales: desde carrocerías hasta componentes eléctricos. Una baja en la demanda podría traducirse en despidos, reestructuras y menor inversión en regiones altamente dependientes del sector automotriz.
- Margen de maniobra a través del T-MEC.Pero no todo está perdido: los camiones que cumplan las reglas de origen del tratado comercial entre México, EE. UU. y Canadá podrían evitar el arancel. Este es el camino diplomático y técnico más viable para mitigar daños.
- Presión para renegociar o diversificar.México podría acelerar gestiones para lograr exenciones específicas o bien redirigir parte de su producción hacia otros mercados, un proceso complejo pero estratégico.
Impacto también en EE. UU.
Aunque la medida busca fortalecer la industria nacional, los costos de transporte y logística podrían subir, afectando a empresas estadounidenses que dependen de estos vehículos.
Los aranceles también podrían encarecer bienes y servicios, con un efecto inflacionario moderado y pérdida de eficiencia en cadenas de suministro compartidas con México.
La postura de Sheinbaum
La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que su gobierno ya se encuentra en conversaciones con Estados Unidos para evitar daños mayores:
“Estamos esperando que haya una consideración para México. Si no, incluso Estados Unidos tendría problemas, por la alta integración de nuestras cadenas productivas”, declaró en conferencia de prensa.
Sheinbaum destacó que, pese a las tensiones, las exportaciones mexicanas a EE. UU. siguen en crecimiento, especialmente en sectores con arancel cero bajo el T-MEC.
Lo que viene
El aplazamiento hasta el 1 de noviembre ofrece un margen de negociación para empresas y gobiernos.
Si México logra que la mayoría de sus exportaciones cumplan los requisitos de origen, el impacto podría ser limitado. De lo contrario, el país enfrentaría una reconfiguración industrial profunda y una posible caída en sus exportaciones automotrices.
En cualquier caso, el anuncio reafirma una lección clara: la integración económica entre México y Estados Unidos es tan profunda que cualquier arancel golpea a ambos lados de la frontera.