Mil ruedas, pasos y sonrisas tomaron el malecón en el Altata Rush 2025
Altata Rush 2025 reunió a ciclistas, corredores, patinadores y familias en una jornada inolvidable.

Desde muy temprano, el malecón de Altata se llenó de color. El brillo del sol se mezclaba con el reflejo de cascos, bicicletas y patines listos para rodar.
No era una competencia común: era el Altata Rush 2025, una jornada que unió a ciclistas, corredores, patinadores y familias en una experiencia de deporte, convivencia y alegría colectiva.
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Unidos en una fiesta sobre ruedas

El recorrido comenzó horas antes en distintos puntos: 780 ciclistas emprendieron un reto de 63 kilómetros desde Culiacán, 175 corredores y 48 patinadores partieron de Valdez Montoya en un trayecto de 15 kilómetros, todos rumbo a la bahía.
Cada kilómetro fue un motivo para sonreír, recibir aplausos y saludar a quienes salían a las calles para animar el paso de la caravana.
En la meta, la llegada fue una fiesta. Música, abrazos y fotografías familiares llenaron el ambiente.
Los niños corrían entre puestos de comida, los vendedores locales ofrecían desde mariscos frescos hasta raspados, y los visitantes aprovechaban para recorrer el malecón.
"Venimos todos juntos, la rodada fue cansada pero vale la pena llegar y ver el mar", contó José Luis, ciclista de Navolato que asistió con sus tres hijos.
Rifas y regalos para los asistentes

Hubo espacio para la emoción de las rifas: 37 bicicletas, 10 triciclos, premios en efectivo y hasta un viaje a Surutato se llevaron algunos afortunados. El operativo de seguridad permitió que todo transcurriera sin incidentes, con el apoyo de Protección Civil, Cruz Roja, Bomberos y decenas de voluntarios.
El Altata Rush no solo dejó kilómetros recorridos, sino también recuerdos y un impacto positivo en la economía local. Restaurantes, puestos y hoteles recibieron a visitantes de distintos municipios, generando un impulso para el turismo en la bahía.
"Esto es lo que queremos, que la gente venga, se divierta y se sienta segura", comentaba una comerciante mientras atendía a un grupo de ciclistas hambrientos.
El día cerró con un malecón repleto de familias viendo el atardecer, bicicletas recostadas en el malecón y rostros satisfechos.
El Altata Rush 2025 fue mucho más que una rodada: fue un recordatorio de que cuando hay voluntad y organización, el deporte y la convivencia pueden mover a toda una comunidad.