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Patrimonio Industrial Histórico. “El Pitón de Las Quintas”

Las ruinas de las fábricas de hilados y tejidos El Coloso y el ingenio, con el paso del tiempo fueron demolidos, y solo quedó como recuerdo de aquel emporio agroindustrial “El Pitón” y una pequeña bodega del otrora próspero ingenio de la familia Redo, La Aurora.

8 febrero, 2022
Patrimonio Industrial Histórico. “El Pitón de Las Quintas”
Patrimonio Industrial Histórico. “El Pitón de Las Quintas”

Jaime Félix Pico | Relatos y rincones

Muy cerca de donde se encuentra el establecimiento emblema del Restaurante “Los Arcos”, en la Colonia “Las Quintas”, se erige una enorme chimenea, rodeada de elegantes residencias que es conocida popularmente como “El Pitón de Las Quintas”.

Esta singular edificación construida con ladrillo de color rojizo es uno de los pocos vestigios que formaron parte de las primeras instalaciones industriales de Sinaloa y de Culiacán, el cual curiosamente aun se mantiene de pie, cuya imponente presencia evoca la época de la incipiente industrialización del país, impulsada a finales del siglo XIX por el régimen de Porfirio Díaz y por el entonces gobernador del estado. Francisco Cañedo.

“El Pitón” al igual que muchos monumentos en Culiacán, no tiene ningún letrero o placa que explique su origen, función o significado, que esperaría cualquier transeúnte para reconocerlo o explicarse el porqué de su presencia en esta zona urbana de la ciudad. Si les preguntamos a los vecinos de la colonia Las Quintas la contestación común es: “Esta enorme chimenea era parte del ingenio “La Aurora” propiedad de la familia Redo”. Y hasta ahí no saben más, pero ¿quién era la familia Redo, ¿qué fue La Aurora?, ¿cuándo inició?, ¿qué se hacía ahí?, ¿cuándo terminó? ¿por qué solo queda la chimenea?.

Siga usted leyendo y encontrará la historia de esta construcción de nuestro patrimonio edificado, clara muestra de que Culiacán, desde antaño, ha sido y es una ciudad progresista, de gente industriosa y trabajadora.

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“El Pitón” fue la chimenea de una fábrica de azúcar que tuvo la distinción de haber sido el primer ingenio azucarero establecido en el estado de Sinaloa. Su construcción data del año de 1876; sus edificios ocupaban un área de aproximadamente 240 metros de superficie y estaba completamente equipado con la maquinaria más moderna de la época, teniendo un techo al vacío, de doble efecto, para la manufactura de azúcar.

Más información: El Pitón de La Aurora y los Arcos de Las Quintas: Un símbolo de Culiacán

La fábrica producía cerca de 350 toneladas de azúcar, además de 500 barriles de aguardiente cada año, con una planta de 250 trabajadores. Las tierras que cultivaba este Ingenio abarcaban 170 hectáreas, las cuales se regaban con las aguas del río Tamazula a través de un canal, revestido de ladrillo en toda su extensión de 8 kilómetros aproximadamente. La Aurora fabricaba azúcar refinada, alcohol medicinal y aguardiente de caña.

La zona donde se fincó la fábrica, puede decirse que fue la primera con uso de suelo industrial de Culiacán ya que muy cerca de allí estaba otra fábrica, ésta de hilados y tejidos de algodón que se denominaba “El Coloso”, cuyas instalaciones fabriles contaban con 120 telares mecánicos para producir manta trigueña, mezclilla, driles, toallas y alemaniscos. La fábrica El Coloso estaba ubicada al oriente de la actual calle Rosales, cerca de los terrenos que hoy ocupa el Parque Constitución, en la colonia Las Quintas.

Pitón de Las Quintas

Ambas fábricas “la Aurora” y “El Coloso” fueron propiedad de la familia Redo, avecindada en Culiacán desde principios de la segunda mitad del siglo XIX, procedentes de Durango y comerciantes de oficio. La cabeza de esta familia era don Joaquín Redo y Balmaceda, hijo de españoles, que a su llegada a esta región lo cautivó la belleza y la fortuna de Alejandra de la Vega, hija de una pudiente familia de la localidad, con quien contrajo matrimonio.

La familia De la Vega era la propietaria de la fábrica de hilados y tejidos “Vega Hermanos” la cual, después de la unión matrimonial entre Joaquín Redo y Alejandra De la Vega, cambió de nombre al de “El Coloso de Rodas”. Esta industria sería la base de apoyo para la incursión de los Redo en otras actividades económicas, como a la postre fue la constitución del ingenio azucarero La Aurora.

Del matrimonio de Joaquín y Alejandra nacieron tres hijos: Joaquín, Alejandro y Diego, quienes siguiendo los pasos de su padre llegaron a ser de los hombres más ricos e influyentes políticamente en el estado de Sinaloa.

Ver: (VIDEO) Conoce el Pitón de la Aurora en Culiacán desde el aire

La amistad de don Joaquín Redo y Balmaceda con el presidente Porfirio Díaz y con los personajes más importantes de su gabinete como Ramón Corral, José Ives Limantour y Manuel González, fueron factor importante para que la familia Redo De la Vega incursionara en la política y todo tipo de negocios Joaquín Redo y B. adquirió grandes extensiones de tierra en la región costera del municipio, donde fundó la Hacienda Eldorado, adicionalmente a las propiedades urbanas y las fábricas establecidas en la hoy colonia Las Quintas.

En la política los Redo se distinguieron como hombres de poder al amparo de su amigo el gobernador Francisco Cañedo. Don Joaquín padre fue Senador de la República y su hijo Diego, gobernador de Sinaloa, electo en una controvertida justa electoral en 1909, un año antes del estallido de la Revolución Mexicana.

Don Joaquín Redo y Balmaceda murió en Mazatlán en 1904, quedando sus múltiples negocios bajo la vigilancia y dirección de la viuda doña Alejandra De la Vega y sus tres hijos, quienes se habían formado y preparado por largo tiempo en universidades del extranjero.

Diego Redo De la Vega, el político de la familia siguió manteniendo las relaciones establecidas por su padre con personalidades que en ese momento se encontraban en la cúspide de la estructura política de México, lo cual le permitió llegar al más alto cargo político del estado.

Sin embargo, su período fue efímero, pues al año siguiente de su elección la revolución maderista estremeció al país y por consecuencia a Sinaloa. En 1911 las fuerzas revolucionarias sinaloenses, al mando de los generales Iturbe y Banderas, sitiaron la ciudad de Culiacán. Los revolucionarios enardecidos por el triunfo, por iniciativa propia, incendiaron, entre muchas otras instalaciones y viviendas, la fábrica de El Coloso y La Aurora; esto sucedió el 31 de mayo de ese año.

Conoce más: La fábrica de Hilados y tejidos “ El Coloso”

Sobre este suceso el general Ramón F. Iturbe aclaró: “Yo había establecido mi cuartel general primero en el Barrio y después en el ingenio azucarero La Aurora. Se ha hablado mucho del incendio de la fábrica de hilados El Coloso, propiedad de los Redo. Debe aclararse ese punto en nombre de la verdad histórica. Nuestros soldados, sin mediar ninguna orden de mi parte, lo hicieron como respuesta a la terquedad de los defensores de Culiacán al no aceptar nuestras proposiciones de paz. Ante lo inevitable, yo di instrucciones de que se pusiera a salvo parte de las existencias de la fábrica sin que posteriormente el fuego fuera dominado. El pueblo mismo ayudó a los soldados”.

Fue así como ambas fábricas quedaron en ruinas desde ese día de mayo de 1911.

La suerte que corrió la familia Redo, fue el exilio en Francia, gracias a la benevolencia del líder del movimiento revolucionario don Francisco I. Madero, quien ordenó se les protegiera hasta que salieran del estado de Sinaloa.

Las ruinas de las fábricas de hilados y tejidos El Coloso y el ingenio, con el paso del tiempo fueron demolidos, y solo quedó como recuerdo de aquel emporio agroindustrial “El Pitón” y una pequeña bodega del otrora próspero ingenio de la familia Redo, La Aurora.

Todos estos terrenos del oriente de la ciudad, donde estuvieron establecidas las fábricas y los conocidos, en su tiempo, como “Las Huertas de Redo”, sembrados con grandes cantidades de árboles frutales, principalmente de mangos, fueron fraccionados a principios de la segunda mitad del siglo pasado, transformándolos en lo que hoy es la colonia Las Quintas, sede pionera del famoso restaurante “Los Arcos” cuyo nombre hace alusión al acueducto que aún está en pie y que sirvió para suministrar agua tomada desde el río Tamazula, a las dos industrias, el ingenio La Aurora y la Fábrica de Hilados y Tejidos “El Coloso”.

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OBRAS Y DOCUMENTOS CONSULTADOS

El Ingenio La Aurora. Ensayo 2007

Autor: Luis Antonio García

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Sinaloa, la Industria del Azúcar. DIFOCUR 1993

Autor: Gustavo Aguilar

Sinaloa, Ilustrado, 1898

Autor: Southworth, J. R.

La Revolución en Sinaloa. UAS 1993

Autor: Héctor R. Olea

>>Conoce más sobre edificios emblemáticos en Culiacán


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