Charly y Coco los últimos chimpancés del Zoológico de León

Charly y Coco, los dos chimpancés del Zoológico de León, están en peligro de extinción y son los últimos chimpancés que los visitantes verán allí. La Ley Federal de Vida Silvestre prohíbe la importación y exportación de primates, lo que hace imposible traer más chimpancés de otros lugares. Además, la pequeña población de chimpancés en México dificulta la posibilidad de adquirir más ejemplares.

El 14 de julio se conmemora el Día Mundial del Chimpancé, con el objetivo de aumentar la protección y conservación de esta especie en estado salvaje. La destrucción de su hábitat, el tráfico ilegal de crías y el comercio de carne de animales salvajes son las principales amenazas que han llevado a tres de las cuatro subespecies de chimpancés a ser catalogadas como "en peligro" en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), según el Instituto Jane Goodall.

Si bien la función principal de los zoológicos en todo el mundo son los programas de cría en cautiverio para su posterior reintroducción a la vida silvestre y la protección de las amenazas que enfrentan en su entorno natural, como la caza ilegal, las próximas generaciones de visitantes del Zoológico de León ya no podrán ver físicamente a los chimpancés.

Jesús Barroso, veterinario del zoológico, explicó que tanto Charly como Coco son machos y tienen aproximadamente 44 años de edad. La esperanza de vida promedio de esta especie es de alrededor de 45 años. En el zoológico se les brinda una atención médica meticulosa y una nutrición adecuada para su edad.

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En países como Estados Unidos, hay poblaciones más grandes de chimpancés gracias a programas de conservación que buscan reproducir individuos no emparentados entre sí para contribuir a proyectos de conservación. Sin embargo, la prohibición de adquirir más chimpancés en México impide que el zoológico participe en dichas iniciativas.

Charly y Coco son atracciones queridas en el zoológico. Charly, en particular, es conocido por su comportamiento temperamental, que es típico de estos animales. Cuando los visitantes se acercan a su hábitat, él busca llamar su atención. Además, Charly tiene una característica distintiva: le falta una mano, aunque se desconoce la causa debido a la falta de historial médico.

Ambos chimpancés reciben un cuidado de primera en el zoológico, incluyendo una dieta de las mejores frutas y alimentos especializados para mantener su salud. El zoológico implementa un programa de enriquecimiento ambiental, que incluye hamacas para descansar, neumáticos para jugar y actividades diarias para mantener su mente activa y saludable.