Rigoberto Lewis, de odontólogo a artista sinaloense
Conocido por ser defensor del arte de Sinaloa, donde participó en eventos, actividades y talleres educativos para inspirar a futuras generaciones a ser parte del arte sinaloense.
Rigoberto Lewis fue un gran poeta y escritor nacido en Sinaloa. Ha marcado significativamente el arte regional mediante sus carrozas. Se enfocó en plasmar el arte mexicano y su riqueza mediante sus obras.
A través de sus creaciones, Lewis no solo construía carrozas, sino que daba vida a mundos lejanos, exploraba mitologías y materializaba en la realidad sus sueños más vívidos y sus añoranzas más profundas. Radica en su habilidad para fusionar la realidad con la fantasía, construyendo no solo estructuras físicas, sino también experiencias sensoriales inolvidables.
Cada detallado diseño llevaba consigo la esencia de historias, países distantes y mitos, todos entrelazados en un desfile de color y creatividad.
Desde que nació supo que el arte le llamaba mucho la atención, sin embargo terminó estudiando odontología porque era el sueño de su madre. Demostró un gran amor por dibujar carrozas, plasmando mucho arte en ellas. En estas reflejó su amor por México y especialmente por la cultura Sinaloense.
Rigoberto se dio a conocer desde sus primeras obras artísticas donde la crítica lo puso en la mira de muchas personas y fue reconocido como un portavoz del arte. De igual manera, es conocido por ser defensor del arte de Sinaloa, donde participó en eventos, actividades y talleres educativos para inspirar a futuras generaciones a ser parte del arte sinaloense.
Trabajó con distintas instituciones para promover el arte sinaloense y que fuera reconocida por todo el país y el mundo. Gracias a todo lo que hizo Rigoberto Lewis desde sus carrozas hasta promover el arte, dejó una huella cultural especialmente en Sinaloa donde transmitió su esencia mexicana.
Rigoberto muere un mes antes de entregar una carroza real en el 2014, después de haber sufrido un derrame cerebral. Rigoberto dejó bocetos, su hermana Isabel Lewis terminó la carroza. Su deseo era morir en un Carnaval o en su bodega.