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Maestra Isabel Noble y la nueva era de la Educación en Pachuca

“Solo tenía quinientos pesos en la bolsa, la casa, y mi conocimiento, y mis ganas de ayudar ese 70% de jóvenes. Decidí abrir las puertas de mi casa para poder ayudarles y abrir To Grow”.

19 enero, 2024
Maestra Isabel Noble y la nueva era de la Educación en Pachuca

Maria Isabel Noble Monterrubio, Maestra, Química y Actual Directora de To Grow. Es una orgullosa maestra de Pachuca de Soto, con una amplia experiencia en la educación de los jóvenes, narrándonos la historia de una Maestra que no conforme con la educación tradicional, decidió emprender un nuevo y difícil rumbo para ayudar a los alumnos que lo necesitan.

La historia comienza como muchas, con una joven que encontraba su sueño, en el caso de Isabel, ella presentó un gusto nato por la ciencia, le gustaba conocer cómo funcionaban las cosas y que hay más allá de lo que vemos. Desde primaria se ilusionó mucho con el hacer perfumes, descubrir cómo se hacían las esencias y poder hacer sus propios perfumes era el sueño de aquella niña con una gran carrera por delante; siendo en la Secundaria cuando tuvo su primer acercamiento con la Química y la Física. Ese fue el momento donde se decidió por estudiar la Química, reafirmado por sus buenos resultados en la materia durante su paso por la Secundaria y la Preparatoria.

Se encontró muy cómoda con la carrera y pudo cursarla sin mayores problemas, hasta que llegó el tan ansiado día de la graduación, donde tenía claro que su siguiente paso en este camino era comenzar a trabajar. Pero en este caso, la vida le pondría la primera sorpresa, ya que para cumplir su sueño de hacer perfumes se encontró en la necesidad de migrar a la Ciudad de México, algo que estaba fuera de sus planes. Por lo que aun con el rumbo de la Química, entraría a trabajar en la industria del Petróleo

Para ella fue una experiencia maravillosa el trabajar en los laboratorios de Química, bajo el mando del Ingeniero Luis Chiquete, siendo su asistente durante la investigación de dos nuevos tipos de petróleo, siendo descrito por ella como un honor el participar en esas investigaciones.

Tras años de trabajar como Química, Isabel se casaría y tomaría la decisión de ser madre. Por lo que a sabiendas de los peligros que conlleva un laboratorio químico y la exposición del cuerpo humano a los diferentes productos en él, junto al daño que podría implicar para su bebe, tomó la decisión de dejar su laboratorio, dedicándose a ser Madre, pero, siendo también aquí el momento donde ella comienza a trabajar como una docente. 

Una de las grandes figuras para ella es su madre, quien como ella dijo: “Mi madre también es maestra, también más por vocación que por formación”. Ella le dijo que tenía talento para la educación, pero Isabel se rehusó a seguir los pasos de su madre. Esto sin embargo no impediría que desde muy joven comenzara a desarrollar su gran amor por enseñar. Siendo su primer acercamiento el llevar de campamento a sus primitos, ayudándoles a aprender algunos temas como las vocales, funcionando como su maestra. 

Durante su época como estudiante de Química, la situación económica en su familia no era la mejor, por lo que empezaría a ayudar a su madre en su academia de secretarias en Atotonilco. Dando clases de ortografía, lectura, compresión, etc. Describiéndolo como un sentimiento muy grato el poder compartir sus conocimientos y tener el sentimiento de ser útil ayudando a su familia.

Luego de convertirse en madre, Isabel empezó a impartir clases en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, redescubriéndose a sí misma con un amor incondicional de ayudar a otros a aprender; comenzando a prepararse como docente, haciendo una maestría en educación. 

Recién egresada tendría el gran honor de ser maestra titular de Química, dando a un gran grupo de tronco común de ingeniería, con un aula de setenta alumnos en su primera clase de Química. Esta clase es su tercer momento significativo en su vida como maestra, donde Isabel despertó el gran amor por el enseñar; describiéndolo con sus propias palabras: “El ver que los jóvenes, setenta jóvenes, pudieron aprender Química, siendo yo tan inexperta, porque al final era mi primera clase, ahí dije: Creo que soy buena para esto”, fue por esto que ella estudiaría la maestría y tomaría un papel profesional en la educación, dando clases de Química, Física, Bioquímica y Fisicoquímica. Teniendo siempre un enfoque ético: haciendo el bien, haciendo lo correcto y siendo bueno.

Con el paso de las clases que impartía y la experiencia que obtenía, se daría cuenta que algunos de los alumnos que llegaban a su aula tenían problemas. Llegaban jóvenes que no sabían leer bien, tenían problemas en la escritura  y sin saber correctamente matemáticas, temas muy importantes para lo que es la Química. Comenzando a cuestionarse sobre cuántos maestros tuvieron a estos jóvenes, que no se dieron cuenta o no se percataron de que no sabían hacer las cosas o que tenían problemas con los temas. 

Estas dudas la llevaron a buscar de dónde viene este hueco en la educación, entrando a trabajar a la Prepa 3, aun en la materia de Química. Sin embargo, se toparía que los mismos problemas que vio en la universidad se presentaban en la Preparatoria, tomando la decisión de pasar a la educación Básica. 

Presentó su currículum a la escuela donde entraría a estudiar su hijo en preescolar, todavía con la intención de conocer dónde surge ese hueco en la educación de los alumnos. Impartirá las clases de ciencias en el nivel Secundaria, donde se comienzan a ver temas importantes como el Cálculo, o los inicios de Química y Física. Siendo aquí donde ella se encontraría con otra parte fundamental de su amor al enseñar. Descubriendo que le encanta trabajar con adolescentes, dándoles un oído sin juicio donde pueda conocerlos, entenderlos, escucharlos y permitirles el confiar en ella. 

Pasarían bastantes años donde trabajó en la misma escuela, llegando a ser la directora de Secundaria, continuando sus estudios con una nueva maestría en Educación, con un énfasis en Desarrollo Cognitivo. 

Fue gracias a estos estudios que la Maestra Isabel comienza a ver incongruencias en la educación tradicional. Puntos como la exigencia a los alumnos sin escuchar lo que ellos tienen que decir, estrategias no adecuadas, un ambiente no idóneo para la educación, donde se castiga en vez de escuchar y entender, importando muchos valores que son numéricos, pero no lo que el estudiante siente; descubriendo que el sistema no estaba funcionando para todos. 

Menciona un artículo de Jose Antonio Marino, donde se nos habla de cómo este sistema educativo únicamente es funcional con el 30% de los alumnos, dejando de lado al 70% restante, sufriendo y batallando. Con esto en mente, la Maestra tomó la arriesgada decisión de dejar la escuela donde trabajaba, para iniciar un nuevo proyecto educativo. 

En ese momento había un proceso de vida en su familia, por cuestiones de salud en la familia, la decisión de abrir un nuevo proyecto era muy arriesgada y las herramientas con las que contaba en ese momento no eran muchas: “Solo tenía quinientos pesos en la bolsa, la casa, y mi conocimiento, y mis ganas de ayudar ese 70% de jóvenes. Decidí abrir las puertas de mi casa para poder ayudarles y abrir To Grow”

La forma en la que la Maestra describió el surgir de su proyecto nos muestra el sentimiento que había detrás de este: “El término Espacio, en el más filosófico sentido, es el lugar en el que los jóvenes se sientan apoyados, escuchados, donde yo pueda identificar qué nudos, antes que: qué conocimientos. Es qué nudos cognitivos y emocionales tienen, para yo poder ayudarles y sobre eso poder sembrar conocimiento, ayudarles a estructurar el conocimiento, ahí surge To Grow, en la sala de la casa’”

Al empezar había tres alumnos que inauguraron el comienzo de este proyecto, que para dentro de tres meses se habían convertido ya en setenta alumnos en la casa de la maestra. Consciente de que se estaba quedando sin espacio y con la ayuda de su hermano, que le ofreció un lugar donde pudiera crecer el proyecto, desarrollan el lugar en el que actualmente se encuentra To Grow.

Para ella, la idea de un nuevo lugar tenía que ser similar a una cafetería, un espacio donde los estudiantes pudieran sentirse cómodos y pudieran estudiar, sin sentir la presión que caracteriza a muchas escuelas. Artículos como: “De la cárcel a Starbucks”, donde se habla de la influencia de los espacios en el aprendizaje de los jóvenes, le hicieron crear un espacio que se inspirara en las cafeterías y bibliotecas, tanto en arquitectura como en mobiliario.  

En la actualidad la maestra aún se encuentra trabajando en su proyecto, ayudando a todo tipo de jóvenes en su desarrollo académico y personal, buscando expandir el modelo manejado por To Grow a nuevos lugares de México e incluso más allá de su País Natal. 

La historia de la Química y Maestra Isabel Noble nos muestra que siempre podemos seguir mejorando las cosas; que podemos ayudar a hacer un cambio en lo establecido como algo normal o cotidiano, pero no por eso significa que se deben quedar así. Bajo la ética y la idea de ayudar, podemos mejorar mucho las cosas, para ayudar a personas que muchas veces son pasadas por alto o no tienen la atención necesaria.

Con el esfuerzo debido, el apoyo de las personas correctas, el tomar decisión por nuestros deseos y el seguir adelante pueden llevarnos a crear lugares mágicos, donde podamos ayudar a las personas, con nuestros sueños y metas.

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