¿Qué fue de Graciela Fernández tras divorciarse de Roberto Gómez Bolaños?
La serie "Sin Querer Queriendo" ha despertado el interés por la primera esposa de Chespirito, quien fue clave en los inicios del comediante


Con la bioserie "Chespirito: Sin querer Queriendo" en HBO Max, la figura de Graciela Fernández, primera esposa de Roberto Gómez Bolaños, volvió a captar el interés del público y la prensa, dado que según la producción Fernández jugó un papel clave en los inicios de Chespirito.
La serie de HBO Max destaca porque no explora solo la genialidad creativa detrás de personajes icónicos como "El Chavo del 8" o "El Chapulín Colorado", sino también por mostrar los aspectos más personales de la vida de Gómez Bolaños, con especial énfasis a la madre de sus hijos.
De esta manera, Graciela Fernández, interpretada en "Sin Querer Queriendo" por la actriz Paulina Dávila, es una figura relevante dentro del mundo de Chespirito, ya que durante sus 23 años de matrimonio tuvieron juntos seis hijos: Paulina, Cecilia, Teresa, Roberto, Marcela y Graciela. Asimismo, fue un apoyo fundamental para la carrera del comediante.
¡Recibe las últimas noticias!
La vida de Graciela Fernández junto a Chespirito
Graciela Fernández Pierre nació en Argentina. Conoció a Roberto Gómez Bolaños cuando él tenía 22 años y ella 15. Según declaraciones, su primer encuentro ocurrió en la colonia Del Valle, en la Ciudad de México.
De acuerdo a lo narrado, Chespirito quedó cautivado por su simpatía y carisma, formalizando una relación sentimental a inicios de la década de los cincuenta. Después, en se casaron en 1968, iniciando un matrimonio que duraría más de dos décadas, hasta 1989.
Durante este tiempo, Graciela no solo fue la compañera de vida de Chespirito, sino también figura clave en los inicios del comediante, alentándolo a dejar su empleo y dedicarse a la escritura.

Durante años fue su principal apoyo, tanto personal como creativo. Acompañaba a Roberto en sus viajes de trabajo, siendo muy querida por el equipo de producción. Inclusive, se destaca su aportación al traje de “El Chapulín Colorado”, dado que se narra que ella lo confeccionó.
Además, la dedicación de Graciela a su familia le permitió a Bolaños enfocarse solamente en su trabajo, lo que resultó en los exitosos programas que cautivaron a toda América Latina. La familia vivió unida durante más de dos décadas, con Graciela apoyando discretamente la carrera de su esposo.
¿Qué hizo Graciela Fernández tras dejar a Chespirito?
Aunque no se ha confirmado públicamente la causa específica de la separación, diversas fuentes apuntan a que las infidelidades del comediante influyeron de manera significativa. Así, en 1989 la separación se formalizó, marcando un antes y un después en la vida personal del actor.

Tras el divorcio, Fernández optó por mantenerse fuera del ambiente mediático y adoptar un perfil reservado alejado de los reflectores, por lo que se sabe poco de su vida posterior a la separación. Igualmente, no hay entrevistas donde ella hablara abiertamente sobre su relación con Chespirito.
De acuerdo a fuentes cercanas a la familia y diversos medios que documentaron la vida del comediante señalan que Fernández se volcó en el bienestar de sus seis hijos y evitó expresarse con frecuencia sobre su vida privada.
Por su parte, Roberto Gómez Fernández, hijo mayor de Graciela, expresó que: “mi madre no volvió a tener una pareja tras terminar su matrimonio con Chespirito”, frase que ilustra el compromiso de su madre con la vida familiar, alejándose de cualquier polémica o escándalo mediático.

En cuanto a su relación con Chespirito después del divorcio, se conoce que el comediante fungió como proveedor principal del núcleo familiar hasta el momento de su fallecimiento en 2014, siempre al pendiente del bienestar económico de Fernández y de sus hijos.
De esta manera, tras la separación Gómez Bolaños decidió dejarle a Graciela una parte considerable de su patrimonio. Le otorgó: dos casas, varios terrenos, los inmuebles de la familia, su auto favorito y una suma considerable de dinero. Todo esto más por convicción y culpa que por obligación legal.
“Nunca dejó de apoyar a mi madre en todos los sentidos, en lo económico por supuesto. Nunca le faltó nada y era mi padre el que estaba ahí apoyando, siempre, hasta el último día”, relató Roberto Gómez Fernández.
El 29 de agosto de 2013, Graciela Fernández falleció a los 84 años. La causa del fallecimiento nunca se hizo pública, pero la noticia fue confirmada por sus hijos a través de redes sociales. Su presencia en la narrativa pública es hoy recordada como la de una mujer dedicada a su familia y alejada del mundo del espectáculo.