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Don Nefi, el hombre que dejó de ser campesino para convertirse en policía de Popocatépetl

De Aquino lleva 23 años tomando fotos diarias al Popopocatépetl

27 mayo, 2023
Nefi de Aquino, quien trabaja como oficial de policía y también vigila la actividad del Popocatépetl, observa el volcán a través de sus binoculares desde Santiago Xalitzintla, México, el jueves 25 de mayo de 2023. (AP Foto/Marco Ugarte)
Nefi de Aquino, quien trabaja como oficial de policía y también vigila la actividad del Popocatépetl, observa el volcán a través de sus binoculares desde Santiago Xalitzintla, México, el jueves 25 de mayo de 2023. (AP Foto/Marco Ugarte)

Santiago Xalitzintla.- La agencia de noticias AP ha sacado la gran historia de Nefi de Aquino, un campesino que dejó de ser campesino para convertirse en policía del Popocatépetl.

Se dice que fue en 1994 cuando el volcán también conocido como Don Goyo despertó y científicos mexicanos buscaron a personas para qué vigilarán al gran volcán que hoy en día trae ajetreo a las autoridades mexicanas debido a su reciente actividad. Don Nefi de Aquino, un campesino entonces en sus cuarentas, que sabía fotografía y vivía junto al volcán. Desde entonces su vida cambió.

En unos años se convirtió en policía estatal, pero con un trabajo muy concreto: mantener su vista puesta en el Popocatépetl y reportar todo a los académicos. De Aquino lleva 23 años tomando fotos diarias al Popopocatépetl.

Aunque Don Nefi no es el único guardián del popo un sinfín de pobladores que viven cerca del volcán colaboran de una manera u otra con los investigadores en el monitoreo del Popo permitiendo que instalen aparatos en sus tierras, recogiendo muestras de ceniza y dando testimonio de lo que observan y de lo que les contaron sus antepasados.

Fue cuando tenía 41 años que Don Nefi decidió ser guardián del Popocatépetl, parecía serio, había completado sus estudios preuniversitarios y durante su estancia en Estados Unidos había aprendido fotografía. Su primera foto del Popo la había tomado justo ese año en diciembre, cuando comenzó a despertar.

Le ofrecieron ir a unos cursos en el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) y él aceptó. En esa institución es donde se “empapó del volcán”: le explicaron todas sus características, su comportamiento. “Aprendí mucho”.

Primero trabajó de forma voluntaria y por eso estuvo a punto de renunciar. La opción que le recomendaron para recibir un salario fue acudir a la Academia de Policía para ser contratado formalmente como un agente estatal de Puebla.

De Aquino fue y sigue siendo un agente peculiar: casi siempre recorre solo los caminos de montaña, fotografiando al volcán. En el parabrisas de la patrulla policial hay una carpeta con muchas de esas fotos impresas. Otras corren por las redes sociales. Alguien lo ayuda con eso, reconoció.  Con información de María Verza. AP. 


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