Jesús Alberto le puso coco a su emprendimiento para ganarse la vida en Culiacán

Culiacán, Sinaloa.- Jesús Alberto Bustos Rodríguez, con la alegría y carisma que lo caracteriza, recorre a pie calles y avenidas de Culiacán, cargando dos cubetas en mano todos los días. Su especialidad es la preparación y venta de agua fresca y deliciosa pulpa de coco. Así lleva el sustento a su hogar y con cada bolsita vendida va sacando adelante a su esposa y sus tres hijos.

El joven originario de Nayarit, señala que siempre se ha dedicado al comercio, pero en el mes de diciembre toma de decisión de emigrar a la capital sinaloense en búsqueda de un mejor futuro para su familia. “Estoy contento con todo lo logrado en Culiacán, uno si puede salir adelante honradamente. Antes de venirme a Culiacán me dedicaba a vender pay. Además, porque hay más gente buena que mala. Como la que nos ha ayudado bastante a mí y a mis hermanos”, expresa con satisfacción el joven comerciante.

La necesidad de ganarse la vida, lo encontró en la comercialización del fruto que proviene de las palmas. Además, en un joven visionario, inició con las ventas en los cruceros, pero se dio cuenta de que recorrer las principales avenidas o calles de la ciudad le ayudaría a vender más y en menos tiempo el producto, que prepara desde muy temprano para ofrecer a sus clientes.

Con la finalidad de obtener un mejor ingreso en menos tiempo se trazó toda la semana rutas de venta. Los martes y jueves realiza sus ventas sobre la avenida Manuel Clouthier, lunes, miércoles y viernes en las rúas aledañas al estadio de Los Tomateros, el sábado trabaja sobre el bulevar Las Torres y Benjamín Hill y los domingos cierra en el tianguis Huizaches.

“Me gusta mucho mi trabajo, desde que me levanto muy temprano para pelar, embotellar y embolsar el coco, a pesar de que camino bastante no se me hace tan cansado porque convivo con mucha gente y además tengo un horario accesible y sale para solventar los gastos de la casa y llevar una vida tranquila”, manifiesta el nayarita.

El joven entusiasta revela que parte del éxito, de tener cada vez más clientes, es ofrecer coco de calidad y en especial siempre andar de buen ánimo, es lo que siempre le agrada transmitir a su clientela. “Gracias a Dios, muchas personas ya me conocen y me están esperando para comprarme coco. Si un día no voy, me reclaman. Siempre llego, y en ocasiones les digo: ¿qué les doy? aparte de lástima (risas), me agrada que se rían, que mis loqueras les causen un mejor día. Algunos clientes me conocen como el coquero locochón, por mi buen humor que me gusta transmitirle a la gente”, expresa el carismático vendedor de cocos.

 Jesús Alberto invita a los jóvenes a no dejarse llevar por el dinero fácil. Afirma que se puede lograr salir adelante, y caminar siempre con la frente en alto, sin necesidad de involucrase en labores ilícitas. Solo se tiene que ser muy persistente con sus metas. El trabajo más remunerado es el que sale de las manos de un hombre alegre. Cuando le pidieron que le echara coco a su imaginación para poner un negocio, Jesús Alberto le echó coco a sus aguas frescas y encontró la solución.

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