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René ofrece frutas y verduras y se gana la vida kilo a kilo poniendo sabor al caldo

Desde hace algunos años se dedica a la venta de frutas y verduras en la colonia Barrancos en Culiacán, Sinaloa

7 febrero, 2023
René ofrece frutas y verduras y se gana la vida kilo a kilo poniendo sabor al caldo

Culiacán, Sinaloa.- René Bórquez se gana la vida kilo a kilo, con gran esfuerzo y dedicación, emplea su tiempo en la venta de frutas y verduras. Tiene su puesto en la esquina de Empaques y Rosendo Rodríguez. Ahí en el corazón de Barrancos.

En este oficio donde la constancia es clave, para René, trabajar en la venta de estos productos resulta ser muy gratificante.

Asegura que es algo que le gusta hacer. Creció entre las parcelas, las cosechas de legumbres y el corte de las frutas de temporada en Casa Blanca, Navolato.

Trae amor por estos productos. Los aromas le evocan buenos recuerdos que le inundan el corazón.

“Me gusta lo que hago. Esto es lo que más me gusta. Soy de un rancho, y allá, está lleno de verduras. Cuando somos de rancho, el rancho lo llevamos a todas partes”, asegura con certeza.

Esa convicción lo ha convertido en un hombre de nobles sentimientos. Siempre se preocupa por los demás y está pendiente de las necesidades de sus clientes para ser un apoyo.

Tiempo atrás, René se empleaba como trabajador del mercado de abastos. Ahí, era chofer repartidor de fruta y verdura.

Sin embargo, una crisis laboral, lo obligó a dejar ese empleo. Al verse sin trabajo y con cinco hijos qué mantener, buscó una rápida solución.

“Cuando me quedé sin trabajo, al día siguiente me puse a vender verduras. Me fui y me paré por la Obregón y puse una mesa. Me surtí, puse mis verduras, y me puse a trabajar”, recuerda.

Aquel fue un momento decisivo. Ponerse a trabajar, o dejar a sus hijos con hambre.

Para un padre responsable como René, la segunda no era su opción. Así que sin temor, llegó a casa de su madre por la Obregón y emprendió el que sin saberlo, sería un gran negocio para él y su familia.

A pesar de los muchos desafíos que representa emprender, René fue valiente y después de aquella primera experiencia en la venta de verduras, decidió dejar aquel punto, para venirse a su colonia. A Barrancos.

“Aquí llegué, estacioné mi camioneta y empecé a vender. Me gustó lo que vendí y al día siguiente volví a venir con una mesita y se veía un puestecito más grande. Cada día iba vendiendo más, y surtía más. Las señoras empezaron a hacerme encargos de fruta o verdura y yo se las traía. Así empecé a vender cada día más y me extendí aquí en Barrancos”, dice.

Desde hace siete años, han sido días complejos. Cada mañana en punto de las 8:00 de la mañana, René ya tiene su puesto listo. Recibe a las amas de casa que llegan a realizar las compras del día. En su puesto, encuentran todo para preparar un rico caldo de verduras.

Entre las mayores satisfacciones que este negocio le han traído está el hecho de que a su familia no le falta el alimento, y mejor aún es que puede compartir con ellos tiempo de calidad.

“Los niños pasan tiempo aquí conmigo. Hasta ayudan a trabajar. Este es un negocio familiar, los niños vienen y me alegran el día”, asegura.

En la frutaría de la familia Bórquez, las clientas encuentran más que fruta de primera calidad. Encuentran amistad, buen servicio y una sonrisa amable.

“Cuando no llego a abrir, las señoras me regañan porque no vengo y las dejo sin sus verduras, por eso siempre estoy aquí desde las 8:00 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde”, dice.

René, se ha sabido ganar el cariño de la gente de Barrancos. Tiene un corazón bondadoso. Lo manifiesta de muchas formas y le preocupa que sus productos siempre tengan una óptima calidad.

“La mayoría de la verdura se me vende. No dejo que se eche a perder. Cuando veo que ya se está madurando de más, la regalo a los mismos clientes que llegan a comprar. Si compran tres tomates, les doy dos o tres más, gratis. Les digo que son de regalo. Prefiero que los aprovechen que terminar tirando a la basura”, dice con una voz de satisfacción.

Según sus palabras, “Se siente bien, ser bueno”, porque todo lo que haces por los demás, regresa a tu vida con creces. Es ley de vida.

Así es como René se gana la vida kilo por kilo pesando por igual manzanas, cebollas o sueños.

Sueños como el de ver a sus hijos convertidos en hombres y mujeres productivos, que se valgan por ellos mismos con un futuro más prometedor.

Verlos como profesionistas para René será la fruta con el sabor más dulce que deleite el corazón de un padre que hace todo por el bienestar de su familia.

Así, con sus verduras, René le pone sabor al caldo en los hogares de Barrancos. Sus ganancias también las cuenta con peras y manzanas.

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