Lo más hermoso de los Pueblos Mágicos de Puebla

México.- Cada estado esconde pueblos hermosos en los que se conecta cultura, diversidad natural, riqueza social y un misticismo que envuelve sus calles y edificios con historias que persisten en el tiempo. 

Son el hogar de cientos de miles de personas que abren sus puertas a turistas nacionales e internacionales que buscan la experiencia de un pueblo mágico. 

El gobierno mexicano protege estas localidades y busca “revalorar un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto” (Secretaría de Turismo, 2019). 

Hoy nos ubicamos en Puebla para hablar de las bondades que hacen especiales a sus nueve pueblos mágicos, invitándote a conocerlos más a fondo y visitarlos en alguno de tus viajes.

Los pueblos mágicos del estado de Puebla son:

• Chignahuapan
• Cholula
• Cuetzalan del Progreso
• Pahuatlán
• Tlatlauquitepec
• Xicotepec
• Zacatlán
• Atlixco
• Huauchinango

Lo que más salta a la vista cuando visitamos estos lugares es la combinación de lo urbano con lo natural, pero no como cabría esperar de una ciudad del siglo XXI. Cholula, quizá el pueblo mágico más conocido del estado, nos muestra en su arquitectura las épocas prehispánica y colonial del país. La Gran Pirámide es uno de los 187 sitios arqueológicos del país que nos recuerdan el pasado de las naciones prehispánicas, en este caso la cholulteca. El contraste con el Templo de Nuestra Señora de los Remedios, que se alza con religioso poderío sobre la ciudad es evidente, ambas siendo fuerzas religiosas que hoy nos sirven para ver de primera mano nuestra historia. 

Las calles de los nueve pueblos se tiñen de colores cálidos como naranjas o amarillos propios de la conquista, sin temer vestir verdes y azules para amenizar el paisaje. La Escalera Ancha de Atlixco, las esculturas de Xicotepec, el kiosco de Chignahuapan y los murales de mosaico de Zacatlán son ejemplo de un aprecio por la expresión artística de su gente, con retratos y colores preciosos que no temen convertir lugares tan cotidianos en auténticas obras de arte. En el mismo Zacatlán veremos jardines espectaculares con poco que envidiar a Versalles, destacando ese reloj floral con melodías distintas para cada época del año con las que marca la hora, además de preciosas cascadas para ese toque natural. 

Tlatlauquitepec es descrito como el Jardín de la Sierra Pobalana tanto por su flora como por su variedad de climas que dan lugar a muchas especies en un mismo lugar. Pero si de diversidad hidrológica hablamos no hay como Cuetzalan, donde las grutas, pozas, cascadas y ríos son el plato principal de un pueblo enmarcado por el agua.

La comida no puede faltar en México y menos cuando en lugares como Pahuatlán tenemos un café de altura delicioso, platillos de flores, chicales y tamales de hollejo. No se quedan atrás los hongos de Huauchinango que van en sintonía con la calidez de un lugar tan natural.

Cada uno de estos pueblos se distingue a su manera, pero a todos les une la belleza mexicana que conecta tiempo, espacio, paladares y corazones. Inspírate viajando a estos lugares y descubre por qué se les llama mágicos.

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