6 técnicas de estudio para mejorar tu vida de estudiante
¿Problemas para concentrarte, medir el tiempo o simplemente para comprender mejor el tema? Estas recomendaciones de estudio facilitarán tus días
En un mundo donde la información está al alcance de la mano y el ritmo de vida es acelerado, encontrar las mejores técnicas de estudio es crucial para maximizar el aprendizaje y mejorar el rendimiento académico.
Ya seas estudiante de secundaria, universitario o profesional en busca de nuevos conocimientos, estas estrategias te ayudarán a estudiar de manera más eficiente y efectiva. Pero, ¿qué son?
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Las técnicas de estudio refieren a los modos aplicados para aprender. Es decir, desde el enfoque en el proceso de organizar, tomar y retener nueva información y hasta superar un examen.
Ejemplos de técnicas de estudio
Si estás buscando distintas perspectivas o métodos para comprender mejor un tema, a continuación te compartimos algunas opciones:
- Distributed Practice: Esta técnica consiste en distribuir las sesiones de estudio a lo largo del tiempo en lugar de concentrarse en un solo período (cramming).
- Elaboración: Aquí explicarás y describirás las ideas y conceptos que debes de estudiar con muchos detalles, así como conectar nuevos conocimientos con conceptos ya conocidos. Hacer preguntas del tipo "¿por qué?" y "¿cómo?" sobre el material de estudio puede profundizar tu comprensión y ayudar a retener la información a largo plazo.
- Mind Mapping: Crear mapas mentales puede ayudarte a organizar y estructurar el conocimiento, facilitando la comprensión y la memorización de temas complejos. Todo esto se facilita de forma visual y didáctica, además de que aprendes a desglosar y comprender la información que estudias mientras lo elaboras.
- Active Recall: Explicar lo que has aprendido a otra persona es una excelente manera de reforzar tu propio conocimiento. Enseñar obliga a procesar y organizar la información de manera coherente, lo que mejora la comprensión y la memoria.
- Técnica Pomodoro: La técnica Pomodoro consiste en estudiar durante 25 minutos y luego tomar un descanso de 5 minutos. Después de cuatro sesiones, toma un descanso más largo de 15-30 minutos. Estos intervalos ayudan a mantener la concentración y evitar el agotamiento mental.
- La tecnología como amiga y no como distracción: Utiliza aplicaciones y plataformas en línea que faciliten el estudio, como Quizlet para tarjetas de memoria, Khan Academy para lecciones en video, o aplicaciones de organización como Trello y Notion. La tecnología puede proporcionar herramientas adicionales para mejorar la eficiencia del estudio.
Recuerda que cada persona es diferente, por lo que es importante experimentar con diversas estrategias y encontrar las que mejor se adapten a tus necesidades y estilo de aprendizaje. Además, ¡puedes combinar varias de estas técnicas! con el fin de obtener un mejor rendimiento.