Día de Muertos en San Luis Potosí: así se vive el Xantolo en San Martín, Chalchicuautla

Descubre cómo este pueblo de San Luis Potosí convierte el Día de Muertos en una celebración única que combina cultura, sabor y hospitalidad

Por: Karina Valdez

San Luis Potosí se prepara cada otoño para recibir el Día de Muertos. Pero es en San Martín Chalchicuautla, en el corazón de la Huasteca Potosina, donde esta celebración adquiere un brillo especial. El municipio se transforma en un lienzo de colores, aromas y sonidos que cautivan a visitantes nacionales e internacionales.

Recientemente, la actriz Dalilah Polanco expresó en el programa La Casa de los Famosos su deseo de viajar a la Huasteca potosina para experimentar "el mejor Día de Muertos de México". Su entusiasmo no es casual, ya que San Martín Chalchicuautla se ha posicionado como uno de los destinos más auténticos y conmovedores para vivir el Xantolo, una tradición milenaria que combina lo sagrado con lo festivo.

Xantolo: El corazón del Día de Muertos en San Martín Chalchicuautla

Entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre, las calles del municipio se llenan de vida, música y movimiento. El Xantolo es mucho más que una festividad: es una manifestación cultural que representa el reencuentro de los vivos con sus seres queridos que partieron.

Las calles se adornan con flores, copal y papel picado; las casas se convierten en altares rebosantes de comida, fotografías y velas, mientras los habitantes se preparan para recibir a las almas que regresan desde el más allá.

Durante esos días, el ambiente se impregna de huapangos, risas y sonidos de tambor. Las máscaras talladas a mano cobran vida en los rostros de los "huehues", personajes que danzan sin descanso, guiando simbólicamente a los difuntos en su camino de regreso.

Vive el Xantolo en San Martín Chalchicuautla. Foto: cortesía.

El Xantolo tiene raíces prehispánicas que datan de hace más de cinco siglos. Con la llegada de los españoles, las costumbres indígenas se fusionaron con las creencias católicas, dando origen a una celebración sincrética donde el respeto a los muertos convive con la alegría de la vida.

Una leyenda local cuenta que un espíritu enmascarado, llamado Xantolo, enseñó a los habitantes a transformar el duelo en danza, a honrar con música y no con lágrimas. Desde entonces, la tradición ha perdurado, adaptándose a los tiempos sin perder su esencia espiritual.

Uno de los rituales más emblemáticos es el cambio de fiscal del panteón, que se realiza el 31 de octubre. El fiscal es la autoridad encargada de resguardar el cementerio y mantener viva la tradición.

La ceremonia, acompañada de rezos, cohetes y danzas, simboliza el traspaso de responsabilidad y sabiduría dentro de la comunidad. Es un momento solemne y emotivo que refleja la unión del pueblo y su profundo respeto por los antepasados.

No te pierdas el emblemático ritual del cambio de fiscal del panteón. Foto: cortesía.

Gastronomía, tradiciones y hospitalidad en SLP

El Xantolo no solo se observa, se saborea. En San Martín Chalchicuautla, la gastronomía forma parte esencial del homenaje a los muertos y de la bienvenida a los visitantes. El zacahuil, un tamal gigante que puede alimentar a decenas de personas, es el platillo más representativo y no falta en ninguna ofrenda.

También se preparan tamales de sarabanda, bocoles, quesos de bola y dulces tradicionales de pipián, chayote o calabaza. Para acompañar, nada mejor que una copa de jobito o una bebida artesanal de aguardiente que enciende las noches festivas.

Disfruta del zacahuil, un tamal gigante. Foto: cortesía.

Cada bocado tiene un significado simbólico: compartir la comida es compartir la memoria. Degustar estos platillos no solo es un deleite culinario, sino un acto ritual que une generaciones y reafirma los lazos entre vivos y difuntos.

El pueblo entero se vuelca en la celebración. Las familias abren sus puertas a los visitantes, los niños recorren las calles pidiendo "chichiliques" (dulces y frutas típicas) y los adultos bailan hasta el amanecer disfrazados con trajes que mezclan lo cómico, lo ancestral y lo espiritual.

Aquí, no hay escenarios montados para turistas; todo es auténtico. Los viajeros son parte de la comunidad y se integran en un ambiente de respeto, hospitalidad y alegría compartida.

Disfruta de la comida y las hermosas calles en el Xantolo en San Luis Potosí. Foto: cortesía.

Otros atractivos turísticos de San Martín Chalchicuautla

Más allá de sus tradiciones, San Martín Chalchicuautla ofrece un entorno natural de gran belleza. Sus paisajes verdes, sus cuerpos de agua y su clima cálido hacen de este lugar un destino ideal para quienes buscan combinar cultura y naturaleza.

Entre sus principales lugares atractivos se encuentran:

  • La Poza Redonda, un estanque natural de aguas claras.
  • El Pozo de Agua Ahuetla, rodeado de vegetación exuberante.
  • La Lajita, una laja de piedra de 150 metros que asombra por su magnitud.

El municipio también resguarda vestigios de su pasado prehispánico. En el Centro Ceremonial de Cosapa se han encontrado piezas arqueológicas que muestran la profundidad histórica de la región, como la famosa escultura del "jorobado sentado", una pieza emblemática de la identidad huasteca.

Además, los trajes de manta y quechquémitl, junto con los bordados coloridos y el idioma náhuatl aún presente en la vida cotidiana, mantienen viva la herencia ancestral.

Esta riqueza cultural y natural ha posicionado a San Martín Chalchicuautla como un referente turístico en San Luis Potosí. Cada año, durante la temporada de Xantolo, el flujo de visitantes aumenta significativamente, generando beneficios económicos y fortaleciendo la identidad local.

Autoridades y habitantes trabajan de la mano para promover un turismo responsable que respete las tradiciones y preserve el entorno.

Quechquémitl, prenda con origen prehispánico. Foto: cortesía.

El antropólogo Sergio Sánchez Vázquez ha señalado que "las tradiciones que sobreviven son las que saben transformarse sin perder su esencia". San Martín Chalchicuautla es ejemplo de ello: su Xantolo se renueva cada año con nuevos matices, adaptándose al presente sin olvidar el pasado.

Hoy, el municipio no solo se erige como guardián de una herencia cultural, sino como un destino que invita al viajero a vivir una experiencia espiritual profunda. Aquí, la memoria no se lamenta, se celebra.

Visitar San Martín Chalchicuautla durante el Día de Muertos es adentrarse en el alma de México. Es una invitación a mirar la vida con otros ojos, a celebrar lo que fuimos, lo que somos y lo que permanece más allá del tiempo.

Este pequeño pueblo huasteco, orgulloso de su tradición, brilla cada noviembre como un altar vivo que honra la memoria con música, sabor y amor por la vida.

El Xantolo en San Luis Potosí atrae a miles de visitantes, convirtiéndolo en un referente turístico. Foto: cortesía.