Japón celebra la temporada de hortensias con festivales llenos de belleza natural y conciencia ecológica, mostrando al mundo cómo combinar tradición, respeto por la naturaleza y sostenibilidad en una sola experiencia.
Por: Jesús Moreno
Durante la temporada de lluvias en Japón, algo mágico ocurre: los parques, templos y senderos se llenan de colores gracias a una flor muy especial, la ajisai, conocida en español como hortensia.
Esta flor no solo embellece el paisaje, sino que también refleja los valores más profundos de la cultura japonesa: respeto por la naturaleza, armonía, paciencia y gratitud.
Cientos de personas participan en distintos festivales dedicados a estas flores, que florecen con fuerza durante el mes de junio y parte de julio. Pero lo más importante de estas celebraciones no fue solo su belleza, sino el mensaje ecológico y cultural que transmitieron este año.
Las hortensias como símbolo de humildad y cambio
Las ajisai son flores que cambian de color con el tiempo y dependiendo del tipo de suelo. Esta transformación natural se ha convertido en una metáfora poderosa para los japoneses:
- El cambio es parte de la vida.
- Cada etapa tiene su belleza.
- Nada es permanente, y eso es valioso.
Estos mensajes se alinean con la filosofía japonesa del wabi-sabi, que encuentra belleza en la imperfección y la transitoriedad. Así, ver una hortensia en flor es, para muchos, una oportunidad para reflexionar sobre el paso del tiempo y la importancia de vivir con humildad y respeto por el presente.
Un nuevo enfoque ecológico en los festivales
Este año, muchos festivales de ajisai en regiones como Kamakura, Kyoto y Hakone decidieron adoptar prácticas sostenibles. Estos cambios no solo buscan cuidar el medio ambiente, sino también transmitir una enseñanza profunda:
- Se eliminaron los plásticos de un solo uso.
- Los visitantes usaron trenes y autobuses para llegar, reduciendo el uso del automóvil.
- Se ofrecieron talleres de siembra de flores nativas.
- Los puestos de comida usaron ingredientes locales y empaques biodegradables.
Estas acciones muestran cómo Japón integra sus valores tradicionales con soluciones modernas. En lugar de hacer grandes discursos, el país enseña a través de la acción y el ejemplo.
Una experiencia para toda la familia
Muchos de estos festivales también incluyeron actividades para niños, como cuentos sobre la naturaleza, concursos de fotografía y talleres de origami con figuras de hortensias. Las familias no solo disfrutaron de un paseo entre flores, sino que también aprendieron juntos a:
- Cuidar el entorno natural.
- Apreciar los pequeños detalles.
- Pasar tiempo de calidad en comunidad.
¿Qué podemos aprender de esto?
La celebración de las hortensias en Japón no es solo una tradición bonita. Es un recordatorio de cómo vivir en armonía con la naturaleza. Nos enseña que:
- Cuidar el medio ambiente puede ser parte de nuestra vida diaria.
- La belleza está en lo simple y en lo que cambia con el tiempo.
- Compartir en comunidad fortalece los lazos y multiplica el aprendizaje.
En una época donde el mundo enfrenta crisis ambientales, los festivales de hortensias en Japón nos inspiran con una lección sencilla pero poderosa: la naturaleza no es algo aparte, es parte de nosotros. Si aprendemos a observarla con respeto y a celebrar su belleza, también aprenderemos a cuidarla y protegerla.