México avanza en la industria electrónica global al dejar atrás su rol de maquila y apostar por diseño, innovación y desarrollo de talento especializado.
Por: Francisco Castro
México ya no es solo un país ensamblador. Poco a poco, está dejando atrás el modelo de maquila para convertirse en un actor clave de la industria electrónica global, al incorporar procesos de diseño, innovación e integración tecnológica en sectores de alto valor.
Según la Asociación Global de Electrónica (IPC), el país se encuentra en un punto de inflexión estratégico. Cambios geopolíticos como la pandemia, el nearshoring y las tensiones entre China y EE. UU. han reconfigurado el mapa industrial, y México emerge como uno de los principales beneficiarios.
“Estamos pasando de la manufactura a la mentefactura”, afirma Lorena Villanueva, directora general de la asociación. Y este cambio ya se nota, insiste.
Innovación, diseño y talento: la nueva base electrónica mexicana
Aunque regiones como Ciudad Juárez, Baja California y Nuevo León siguen destacando por su capacidad manufacturera, el país está ganando terreno en áreas estratégicas como el ensamble avanzado, el diseño de tarjetas electrónicas y la integración de líneas de producción.
México también ha comenzado a trabajar en el desarrollo de talento, con más de 175,000 ingenieros formados cada año, aunque la demanda del sector aún rebasa esa cifra. La capacitación técnica bajo estándares internacionales (como la IPC-A-610 y A-620) es ahora prioridad para alinear a la industria con los requerimientos de los mercados más exigentes, como el automotriz y el aeroespacial.
El auge de los vehículos eléctricos y la industria aeroespacial ha abierto nuevas oportunidades. En estados como Querétaro, universidades como la UNAM han establecido alianzas con la industria para formar perfiles técnicos con alto valor en diseño y certificaciones avanzadas.
Nearshoring, T-MEC y el “Plan México”
A pesar de desafíos como las reglas de origen del T-MEC, México continúa atrayendo inversión extranjera, incluso de empresas chinas que buscan reubicarse en América del Norte. El llamado “Plan México” apunta a consolidar al país como socio estratégico de EE. UU. en la cadena de suministro de electrónicos, fortaleciendo así la estabilidad regional.
“Lo único que nos permitirá lograr esta transformación es la educación”, reitera Villanueva.
En resumen, México ya no solo ensambla, ahora piensa, diseña e innova. Un paso firme hacia un modelo industrial más competitivo, tecnológico y con visión de futuro, y así lo afirmó Villanueva a El Economista.
¿Qué tan preparado consideras que está México para asumir un rol estratégico en la industria electrónica global?
a) Muy preparado: ya está innovando y formando talento.
b) Medianamente preparado: hay avances, pero falta infraestructura.
c) Poco preparado: el país aún depende del modelo maquilador.
d) Nada preparado: el cambio requiere reformas profundas.