Con una trayectoria de 28 años en el cuerpo de Bomberos de Mazatlán, hoy Saúl Robles se desempeña como comandante de la corporación
Por: Eunice Arredondo
El nombre del mazatleco Saúl Robles ha cobrado relevancia a nivel nacional en las últimas semanas debido al galardón como “Profesional de la Emergencia 2025”, que le otorgó el Centro Universitario DIPA, en reconocimiento a su esfuerzo, empatía y dedicación, transformando vidas y brindando esperanza a la comunidad.
El Comandante Saúl Robles obtuvo el galardón gracias a la votación de la comunidad porteña, familiares, amigos y colegas que mostraron su respaldo y reconocimiento a la labor que desempeña en el Honorable Cuerpo de Bomberos de Mazatlán desde hace 28 años.
La historia familiar en el departamento de bomberos
Desde 1955 la familia Robles ha estado presente en el departamento de bomberos de Mazatlán. Comenta para Tus Buenas Noticias que en ese entonces dos tíos y el papá de Saúl entraron como voluntarios a la corporación, luego su hermano y finalmente Saúl decidió ser bombero a los 17 años de edad.
“El que se quedó bastante tiempo fue mi papá, él estuvo en servicio 40 años, se retiró también como comandante”, relata el comandante con orgullo.
A la par que cursaba la preparatoria Saúl Robles inició su entrenamiento para ser bombero, recuerda que fue pesado físicamente y difícil en el aspecto psicológico, pues a su corta edad empezó a reconocer el peligro en situaciones que para sus amigos eran divertidas.
“La base del entrenamiento en la academia dura un año, es muy riguroso, físicamente desgastante, es un reto, mentalmente es complicado asimilar que estas entrenando para salvar vidas, pero así tiene que ser riguroso porque forma el carácter del bombero para la toma de decisiones”, asegura.
El bombero nunca termina de aprender
Los incendios van cambiando, explica el comandante Saúl Robles, conforme han pasado los años su experiencia como bombero le ha mostrado que es necesario capacitarse y actualizarse constantemente.
“Los incendios nos son igual que hace 20 años, actualmente son más rápidos, son más calientes y son más tóxicos por los materiales de construcción que hoy se utilizan, eso nos lleva a cambiar nuestras estrategias y nuestra capacitación”, señala.
Este reto constante ha llevado a la evolución y el desarrollo del cuerpo de bomberos de Mazatlán y con ello Saúl también fue fortaleciendo su carrera en la institución, terminó su preparatoria y se dedicó de lleno a atender emergencias.
Estudió la carrera de técnico en emergencias médicas en Cruz Roja, donde apoyó durante 10 años. También estudió la ingeniería industrial en productividad y calidad, carrera universitaria cuyos conocimientos aplica en su desempeño como comandante de bomberos.
El post trauma de la emergencia en los bomberos
Combinar una carrera como bombero y la vida familiar es complicado, la responsabilidad y el estrés que conlleva la atención de emergencias puede llegar a afectar al propio bombero y junto con él padecen sus seres queridos.
“Lo que nunca vimos en ese tiempo es como los bomberos son afectados por las mismas emergencias y cómo nosotros hacíamos que otras gentes padecieran lo que nosotros vivíamos”, apunta.
El síndrome de burnout en bomberos es una respuesta al estrés laboral crónico y el contacto frecuente con situaciones traumáticas, que pueden llevar al agotamiento emocional y una disminución en la sensación de logro personal.
“La familia lo sufre contigo, es algo que haces sin querer, sin darte cuenta los estás afectando, yo tuve que tomar una capacitación de esto para saber cómo canalizarlo sin afectar a otras personas”, señala el comandante.
Una experiencia que lo hizo crecer como bombero y como persona
Entre muchas anécdotas que el comandante Saúl Robles tiene en su trayectoria como bombero recuerda una en especial. Al acudir a apagar un incendio en una tienda departamental en el centro de la ciudad en 2009, estuvo a punto de perder la vida, lo que hizo reflexionar y crecer como persona.
“Cometí un error de novato, no chequé los manómetros del equipo de respiración autónoma, entramos al sótano donde estaba el incendio y se veía impresionante, daba miedo, cuando empezamos a trabajar se me acabó el aire”, recuerda.
Saúl decidió salir solo del incendio, lo que va en contra de las reglas de los bomberos, trató de guiarse con la manguera para salir, pero ésta quedó debajo de algunos anaqueles que se habían caído, entonces todo se complicó.
“Se me perdió la manguera, no tenía aire, el radio ya se me había caído, mi sistema de alarma personal ya no funcionó, tenía todo en contra, entonces empecé a gritar sin quitarme la máscara y nadie me escuchó”, narra el comandante.
Saúl siguió su entrenamiento básico, buscó la pared y la siguió, pero el aire ya no le alcanzaba, recuerda que por unos segundos se tiró al piso pensando que no que tal vez no saldría vivo de ahí.
“Eso de que te pasa la película de tu vida por la mente si es cierto, yo lo que pensé es que no me había despedido de mi familia… pero en eso se movió el humo y alcancé a ver los reflectores afuera, hice un esfuerzo y me arrastré en esa dirección para encontrar la salida”, explica.
Saúl asegura que la preocupación de sus compañeros al verlo salir y cómo lo auxiliaron lo hizo reflexionar y cambiar su forma de relacionarse con ellos.
“Me hizo cambiar mi forma de ver las cosas, mi forma de vivir, de tratar a las personas, me hizo cambiar relativamente en todo, es la experiencia más bonita que Dios me ha regalado en el trabajo y como persona, de ahí en adelante empecé a crecer mucho como persona” asegura emocionado.
La oportunidad de ser comandante
A finales de 2020, con 24 años de servicio, Saúl Robles recibió la propuesta del Patronato de Bomberos de Mazatlán para ser segundo comandante, años después recibió la oportunidad de ser comandante.
Con un panorama claro de la situación del departamento de bomberos y una propuesta para mejorarlo, el 22 de agosto de 2023 empezó su gestión al frente del H. Cuerpo de Bomberos de Mazatlán.
“Es una posición difícil y absorbente ser comandante, buscar la mejora continua para todo el departamento, cómo hacer evolucionar el operativo y entender la administración porque sin equipo no se hacen las cosas y el patronato es fundamental, hemos hecho muy buen equipo”, asegura orgulloso.
Saúl Robles se muestra agradecido con el trabajo de cada área que integra el departamento de bomberos, asegura que el Patronato actual ha logrado grandes cosas administrando adecuadamente los recursos.
“Tenemos una estructura organizacional bien fundamentada, manual de operación, protocolos de trabajo, es un departamento completamente diferente con tendencia a la profesionalización”.
Saúl Robles siempre tuvo claro el compromiso y la responsabilidad que conlleva ser bombero, además de tener un legado familiar que continuar, sabe que de las decisiones de un bombero dependen vidas: la propia, las de sus compañeros y las de personas que están esperando ayuda.
Bajo esa premisa, ha trabajado con un objetivo claro, la mejora del cuerpo de bomberos de Mazatlán en busca de una ciudad más segura para todos. Con todo es un orgullo de los mazatlecos.