Sabor, esfuerzo y bondad: Don Nacho Quiñonez a bordo de un triciclo enamora paladares con sus tacos de cabeza en Culiacán

Con sabor, dedicación y un corazón generoso, Ignacio Quiñonez Quintero ha dejado una huella que trasciende en Culiacán

Por: Juan Madrigal

Culiacán, Sinaloa. - Desde pequeño, Ignacio Quiñonez Quintero descubrió que el trabajo honrado y el espíritu emprendedor eran la llave para forjar su futuro. A sus ocho años recorría las calles de la colonia Rafael Buelna vendiendo donas que le preparaban las vecinas, mientras estudiaba por las tardes, aprendiendo desde niño el valor del esfuerzo y la entrega.

Don Nacho, el taquero solidario que conquista paladares en Culiacán

Originario de Topia, Durango, Ignacio llegó a https://www.tusbuenasnoticias.com/ acompañado de su mamá Dominga (QEPD) en busca de mejores oportunidades. Desde entonces, cada venta no solo era un ingreso, sino también una forma de demostrar amor y apoyo a su familia, entregando gran parte de sus ganancias a su madre.

Con el paso de los años, Don Nacho —como lo conocen de cariño— aprendió diversos oficios: vendió nieves de garrafa, trabajó como cobrador en colonias populares y durante ocho años fue fotógrafo del Registro Civil en el DIF que se ubica en la colonia Sinaloa, capturando sonrisas y momentos inolvidables de cientos de familias.

En cada etapa, Don Nacho, señaló que aprendió que con honestidad y trabajo duro se puede salir adelante.

Sin embargo, fue hace más de 10 años cuando Don Nacho descubrió su verdadera pasión: conquistar paladares con el inconfundible sabor de sus tacos de cabeza. Con decisión y valentía, se propuso forjar su propio destino y convirtió un triciclo en su local sobre ruedas.

Su historia inició como ayudante de “Chuy”, un amigo taquero y donde aprendió de los secretos del oficio. Pero Don Nacho llevaba en su corazón un sueño más grande: abrir su propio camino. Con esfuerzo, perseverancia y los pocos recursos que tenía, no se detuvo ante nada.

Dejó a un lado los miedos de emprender y a bordo de un triciclo inició a recorrer las calles de Culiacán, llevando sus tacos de cabeza de tianguis en tianguis, conquistando no solo los paladares, sino también los corazones de cada cliente con su sabor y la calidez de su trato.

Cada taco que sirve es una muestra de dedicación, de amor por su trabajo y de la fuerza de quien cree que los sueños se logran paso a paso.

Don Nacho Quiñonez y sus tacos de cabeza: tradición, pasión y generosidad. Foto: Juan Madrigal

Con el tiempo, esa constancia y su inigualable sazón fue ganando corazones hasta que logró establecerse en un punto fijo en el Mercado de Abasto. Hoy, con 69 años y un rostro que refleja orgullo, Don Nacho se ha convertido en un referente del sabor y la tradición en el sur de la capital sinaloense.

Cada taco una historia: Don Nacho y su legado de trabajo y corazón

De martes a viernes se instala en la esquina de calle Tercera y Chile donde desde las siete de la mañana lo esperan clientes de todas las edades, incluidos niños que insisten a sus padres en pasar por “un taco con Don Nacho”.

Don Nacho también ofrece servicio de “ordene y recoja” y atención para eventos sociales. Para hacer tu pedido, comunícate al 653 104 0863 y disfruta de sus deliciosos tacos de cabeza

“Gracias a Dios, cuento con clientes muy fieles, incluso colegas taqueros que llegan al Mercado de Abasto sin desayunar porque saben que aquí les esperan unos tacos bien sabrosos, calientitos y, lo mejor de todo, a buen precio”, compartió el vecino de la colonia Toledo Corro.

De vender donas en su infancia a ser referente de tradición y bondad, Don Nacho inspira con cada taco que sirve. Foto: Juan Madrigal

Además, sus tacos siempre van acompañados de un consomé que no solo nutre el cuerpo, sino que reconforta el alma, convirtiendo cada bocado en un momento de calidez y cercanía que refleja el corazón generoso de quien los prepara.

También los domingos, Don Nacho llena de sabor y alegría el Tianguis de los Huizaches, donde ahora cuenta con un puesto fijo que sus clientes esperan con entusiasmo.

Pero más allá del sabor, lo que distingue a Don Nacho es su alma solidaria. Cuando alguien se acerca a su puesto en busca de un taco, él no duda en compartirlo.

“La comida sabe mejor cuando también alimenta la esperanza de quien más lo necesita”, dice con convicción, mientras entrega con una sonrisa un taco a un hombre en situación de calle, demostrando que su bondad es tan grande como su sazón.

“Me siento orgulloso de todos mis trabajos, porque fueron honrados y me ayudaron a sacar adelante a mi familia. Que decir de los tacos, que hasta inspiraron a uno de mis hijos, que empezó como mi ayudante y hoy ya tiene su propio negocio”, compartió con un rostro que irradiaba de felicidad.

Don Nacho Quiñonez y sus tacos de cabeza: tradición, pasión y generosidad. Foto: Juan Madrigal

Quiñonez Quintero expresó su sincero agradecimiento a sus clientes, quienes día tras día acuden a disfrutar de sus deliciosos tacos, reconociendo en ellos una parte importante de su historia y esfuerzo. Junto a este cariño, valora enormemente el apoyo incondicional de su esposa Griselda, cuya inspiración incluso dio vida a la imagen de su negocio, representada por la vaquita que cariñosamente llaman “Grissi”.

Además, Don Nacho también reconoce con gratitud a su amigo Eduardo, quien lo respalda cuando Griselda no puede acompañarlo. Gracias a esta combinación de trabajo constante, apoyo familiar y amistad sincera, demuestra que, con esfuerzo, perseverancia y un corazón noble se puede prosperar sin perder la humildad. Final del formulario

Actualmente, su triciclo, adaptado con una moto, y su puesto en el tianguis de los Huizaches se han convertido en una cita habitual para muchos clientes, que lo buscan no solo por el exquisito sabor de sus tacos, sino también por la cercanía y calidez con la que Don Nacho los atiende cada día.

Con fe y gratitud, Don Nacho aseguró que mientras el “Todo poderoso” le dé salud, seguirá deleitando paladares con sus tacos de cabeza. “Mientras Dios me dé salud, seguiré vendiendo tacos, sabrositos, calientitos y baratitos”, afirmó con alegría.

Ignacio Quiñonez Quintero: ejemplo de perseverancia y pasión a través de sus tacos de cabeza. Foto: Juan Madrigal

Pero quienes lo conocen saben que su trabajo va más allá de la comida: cada día ofrece un ejemplo de vida, el de un hombre que nunca se rindió, que aprendió a trabajar desde niño y que continúa conquistando con sabor, esfuerzo y bondad.

Con cada sonrisa que regala a sus clientes y cada taco compartido sin esperar nada a cambio, Ignacio Quiñonez Quintero deja una huella que trasciende en Culiacán, demostrando que el verdadero sabor de la vida se encuentra en la pasión por lo que se hace y en la capacidad de tocar el corazón de los demás con empatía y solidaridad.