Dónde nacen y se hacen los billonarios

¿Dónde nacen los nuevos ricos del mundo? Aunque Estados Unidos sigue liderando en cantidad total de multimillonarios, países como China, India y Rusia destacan por la proporción de fortunas construidas desde cero. El 67 % de los billonarios actuales no heredaron su riqueza, sino que la forjaron con innovación, emprendimiento y disrupción tecnológica

Por: VA

En qué países se crean más billonarios.

Interesante esta gráfica que muestra a los nuevos billonarios.
Comparándolos con los que heredaron su fortuna.

En países como Rusia y China no había billonarios, eran muy comunistas, todos parejos.
Pero ahora hay muchos nuevos billonarios.
Hablamos de que tienen una fortuna mayor a mil millones de dólares.

En países como Alemania, España y México hay más billonarios que heredaron su fortuna.
Y menos que la crearon ellos mismos.

Los países que producen más billonarios son más emprendedores y amantes del libre mercado.
Hay más innovación, tecnología y oportunidades de creación de riqueza.

En México hay 22 billonarios, 16 heredaron y 6 crearon su dinero.

Los países que tienen más billonarios son:

  1. Estados Unidos con 877 billonarios
  2. China 431
  3. Rusia 139
  4. India 210
  5. Alemania 171
  6. Canadá 76

Los multimillonarios de hoy poseen más riqueza que nunca, pero ¿cómo se crea realmente esa riqueza?. 
Los datos globales revelan una clara tendencia: dos tercios de los ultrarricos del mundo amasaron su propia fortuna, mientras que un tercio la heredaron. 
La brecha entre países es sorprendente.

Según Forbes, en junio de 2025, había un total de 2838 multimillonarios en todo el mundo. 
De ellos, el 67 % se consideraban autodidactas, mientras que el 33 % heredó su riqueza. 
Detrás de este promedio global se encuentra un amplio espectro, desde una riqueza casi total autodidacta hasta una transferencia dinástica casi completa.

Puntos clave de la riqueza autodidacta

Encabezando la lista de países con la mayor proporción de multimillonarios autodidactas se encuentran China y Rusia, cada uno con una asombrosa tasa del 97 %. 
En Estados Unidos, donde se encuentra el mayor número de multimillonarios a nivel mundial, el 73 % de los ultrarricos amasaron su fortuna por su cuenta.

Se observan porcentajes igualmente altos en diversas economías asiáticas, como Indonesia, Taiwán e Israel. 
Estos países suelen fomentar culturas de startups dinámicas, la disrupción tecnológica y barreras comparativamente menores para el éxito empresarial.

La riqueza dinástica de Europa

El panorama es muy diferente en gran parte de Europa. 
En Alemania, por ejemplo, solo el 25% de los multimillonarios son autodidactas. 
Las cifras en España (26%) e Italia (36%) muestran una situación similar. Países como Bélgica y México también revelan un fuerte predominio de la riqueza heredada, con solo el 27% clasificado como autodidacta.

Estas cifras apuntan a estructuras de propiedad profundamente arraigadas y a una concentración de la riqueza en familias, a menudo antiguas dinastías empresariales cuyas fortunas se han transmitido de generación en generación.

Riqueza y equidad en un contexto global

Entre 2024 y 2025, la riqueza total de todos los multimillonarios aumentará 13%. 
Pero a medida que aumentan las fortunas, surge una pregunta más apremiante: ¿cómo se forjan estas fortunas?
El hecho de que la riqueza se gane o se herede influye en la percepción pública del mérito y la justicia.

En lugares donde el éxito autodidacta es más común, tiende a existir una mayor confianza en la movilidad social. 
Donde la riqueza se transmite casi exclusivamente por herencia, suele arraigarse una sensación de exclusión económica, junto con la posibilidad de tensión política y social.

Conclusión

Las comparaciones globales revelan una verdad simple: no toda la riqueza es igual. 
En algunos países, las fortunas se construyen mediante la ambición y la innovación; en otros, se preservan mediante la herencia. 
El origen de la riqueza se ha convertido en un poderoso indicador de oportunidad y una señal de alerta sobre la salud de las sociedades democráticas.

El sociólogo Prof. Dr. Thomas Druyen señala: «La herencia se ha convertido en uno de los atajos más eficaces para alcanzar el poder». Cuando la riqueza se transmite en lugar de ganarse, la confianza en la justicia disminuye. 
El contrato social comienza a resquebrajarse.

Donde las generaciones jóvenes creen que el éxito se alcanza con esfuerzo, la ambición prospera. 
Pero cuando la movilidad económica se siente inalcanzable, la frustración crece.
“Cuando las personas sienten que no pueden ascender por mucho que lo intenten”, advierte Druyen, “aumenta el atractivo de las alternativas políticas radicales”.

Al final, la división más decisiva quizá no sea entre ricos y pobres, sino entre los sistemas que ofrecen vías abiertas al éxito y aquellos que consolidan los privilegios. 
El camino que elija un país no solo moldeará su economía, sino también su futuro.

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