Vecinos de Cañadas en Culiacán transforman el Parque Cerro del Elefante en un espacio de esperanza y alegría
El mágico renacer del Parque Cerro del Elefante en Cañadas inspira a otras colonias de Culiacán


Culiacán, Sinaloa.- Después de años en el olvido, el Parque Cerro del Elefante, ubicado en el fraccionamiento Infonavit Cañadas, ha vuelto a latir con fuerza gracias al esfuerzo conjunto de sus vecinos e instituciones como Parques Alegres, quienes decidieron transformar este espacio público en un lugar digno para el disfrute de todas las edades.
Vecinos de Cañadas transforman su parque con amor
Este emblemático parque, que alguna vez estuvo marcado por el abandono, hoy refleja esperanza y color. Niñas, niños, jóvenes y adultos lo comparten nuevamente como un punto de encuentro para la recreación, la convivencia y la alegría.

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Todo esto ha sido posible por la labor constante de un comité vecinal comprometido con su comunidad, entre ellas Norma Espinoza y Ofelia Rodríguez, quienes no han escatimado en tiempo ni en corazón para revivir este espacio.
Uno de los elementos más visibles y simbólicos del renacimiento del parque son los dos murales llenos de vida y mensajes de paz, realizados por la iniciativa Vamos Pintando en coordinación con Parques Alegres, que no solo embellecen el lugar, sino que inspiran a quienes lo visitan.
A ello se suman otras mejoras como la pintura general del área y la instalación de nuevas lámparas, que han hecho del parque un sitio más seguro y agradable para quienes lo visitan.
"Queremos que este parque sea un lugar seguro y alegre para nuestras niñas y niños, por eso no dejamos de trabajar en mejorarlo", compartió Norma Espinoza, con la esperanza reflejada en su voz y en la sonrisa de su pequeño nieto quien jugaba bajo su mirada.
Como parte de esta transformación, recientemente se celebró un emotivo y colorido festejo en honor a la niñez, donde la payasita Fifí hizo reír y soñar a decenas de infancias.
Las familias se reunieron en un ambiente lleno de música, juegos y diversión, confirmando que los espacios públicos también pueden ser centros de paz, ternura y comunidad.

La historia del Parque Cerro del Elefante es una muestra inspiradora de lo que se puede lograr cuando la voluntad colectiva se une con el deseo genuino de recuperar lo que le pertenece a la gente: un espacio donde florecen la esperanza y la convivencia.
Cada pincelada, cada lámpara instalada y cada risa infantil es testimonio de que el cambio empieza con pasos pequeños, pero firmes. Que este parque siga siendo inspiración para otras colonias, y que su ejemplo motive a más ciudadanos a recuperar sus espacios, porque cuando una comunidad se une, los parques vuelven a sonreír.