El Tren en México: La búsqueda de la Modernidad continúa

El 23 de junio de 1937, por decreto presidencial del entonces mandatario de nuestro país, el General Lázaro Cárdenas del Río, se nacionalizó la compañía de Ferrocarriles de México, constituyéndose así Ferrocarriles Nacionales.

Es menester recordar, que los Ferrocarriles –todavía hasta la primera mitad del siglo XX en México- eran imprescindibles en nuestra Sociedad, ya fuera de carga, pasajeros  o turísticos. Como dato curioso, los mismos presidentes de la república, tenían uno en especial, el famoso “Tren Olivo”, que les llevaba a las diferentes giras de trabajo en sus agendas presidenciales.

También es importante mencionar, que el siglo XX mexicano, inicia con un conflicto bélico civil, cuyo símbolo fue el ferrocarril, había un viejo apotegma posrevolucionario: ¿Quién no recuerda que la Revolución se hizo sobre rieles?, y que por tanto, este medio de transporte tan importante era necesario modernizar y hacerlo para el beneficio del progreso del país.

Este mismo ideal, se ha vuelto a plantear en la presente administración, brindar al país una infraestructura de comunicación y transporte ferroviario competitivo y eficiente. Son 15 los proyectos ferroviarios que se han planteado para mejorar la infraestructura, su expansión y modernidad. Dichos proyectos prevén dar servicio de carga, pasaje y turismo.

Estos proyectos –de inversión pública y privada-, prevén desarrollarse en 15 estados de nuestro país, y Sinaloa está incluido en alguno de ellos. Lo cual, se pretende detonar espacios o campos de oportunidades para el turismo, el transporte y el comercio en las diferentes regiones de nuestro país. Y por ende, los costos sociales, económicos y ecológicos –o de sustentabilidad como ahora le dicen- deben ser muy bien calculados.

Definitivamente retomar los ferrocarriles en nuestro país es un acierto. Pero, la correcta administración, y funcionamiento competitivo y eficiente debe ser otro acierto por parte de las empresas a operar las diferentes líneas proyectadas.

El ferrocarril en sus inicios del siglo XVIII,  constituía una clara muestra de que la Humanidad avanzaba al progreso y paz anhelados, hoy en el siglo actual, nuestro país, continúa en la búsqueda del tan anhelado progreso y paz, que aún no hemos podido concretar.

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