Alumnos del CECyTE apuestan por el orégano para proteger frutas y conquistar el Nacional en Coahuila
El equipo de investigación del CECyTE Loma de Rodriguera y Ciudad Educadora del Saber desarrolló un tratamiento natural para frenar los hongos en frutas


Con bata de laboratorio, lupa en mano y la mente encendida por la ciencia, un grupo de estudiantes del CECyTE Sinaloa se prepara para representar al estado en el concurso nacional de Creatividad e Innovación Tecnológica, a celebrarse este junio en Coahuila.
Bajo la guía de la maestra Dulce María Muy Rangel, coordinadora de proyectos de ciencias estatales del CECyTE y docente del plantel de Loma de Rodriguera, el equipo lleva en su maleta más que sueños: un proyecto que podría revolucionar la conservación de frutas mediante el uso de extractos fenólicos naturales obtenidos del orégano.

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Alumnos del CECyTE van por el tricampeonato
El objetivo es ambicioso pero alcanzable. Ya fueron campeones en Zacatecas, luego en el estatal del FMSI, y posteriormente en el nacional con un extracto de guamúchil.
Ahora, con la mirada puesta en el tricampeonato y el pase al Latinoamericano en Paraguay, el nuevo reto lleva por nombre científico Lippia palmeri, conocido como orégano del monte.
“El extracto fenólico del orégano ha demostrado, en pruebas in vitro, una capacidad notable para inhibir el crecimiento de hongos como el Colletotrichum, responsable del ennegrecimiento de mangos en maduración”, explica Muy Rangel para Tus Buenas Noticias.
Un proyecto científico con potencial muy valioso
El método combina rigurosidad científica y creatividad aplicada: primero, los estudiantes aíslan hongos patógenos en medios de cultivo; después, aplican el extracto del orégano en concentraciones específicas hasta lograr que las esporas dejen de crecer.
“Si el hongo muere, sabemos que tenemos una solución efectiva. Y cuando eso pasa, ¡celebramos!”, menciona la docente.
Este año el equipo está compuesto por una combinación de alumnos de los planteles Loma de Rodriguera y CES. La mezcla no solo responde a la logística y presupuesto, sino también a la búsqueda de los perfiles más comprometidos y preparados para llevar el proyecto a su siguiente nivel.
“Azul Rebeca y Jesús Loaiza son los pilares de este proyecto”, comenta Muy Rangel, y a ellos se sumó Xenia Isabella, de Loma de Rodriguera.
La ciencia como vehículo transformador de vida
Más allá de los premios, la maestra destaca el impacto formativo: “Estos concursos no solo premian ideas, también transforman vidas. Mis alumnos aprenden a investigar, a trabajar en equipo y a presentar soluciones concretas a problemas reales. Esa es la verdadera victoria”, destaca.
La propuesta, al final, es sencilla pero poderosa: sustituir tratamientos químicos con compuestos naturales, económicos y sostenibles que prolonguen la vida útil de frutas sin dañar el medio ambiente.
Con entusiasmo y compromiso, este equipo sinaloense demuestra que la ciencia, cuando se cultiva con pasión, puede germinar donde menos se espera… incluso en una hojita de orégano.